VII.

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Addison POV.

Juro qué si hace unos meses cuándo aún estaba preocupada por la ubicación de Derek junto con mis ganas intactas de solucionar nuestro problemático matrimonio, me hubieran dicho qué estaría tan feliz con nuestro divorcio, creo qué muy probablemente me habría reído totalmente incrédula; pero ahora siento qué es lo mejor que me pudo haber pasado. Porque al fin después de meses de aguantarme las patanerías del doctor Sheperd, tengo en camino a Seattle la sentencia de nuestro divorcio y ya nada me une al McIdiota de mi ex marido, ni siquiera su tonto apellido estorbando mi orgulloso Montgomery.

No puedo creer todo lo que ha cambiado mi vida desde qué llegué a Seattle, pero me alegra saber que todos han sido cambios buenos, porque sin saberlo estaba en una relación desastrosa en la qué ni él ni yo éramos felices, pero la costumbre qué tantas veces confundimos con amor, nos hizo permanecer ahí tratando de salvar lo insalvable y ahora todo estaba más qué dicho entre nosotros; aunque pensar así no me excusa de haberle sido infiel con su mejor amigo y mucho menos excusa a Derek de abandonarme a mi suerte en Nueva York para venir hasta aquí y convertir a la doctora Grey en su amante.

Oh, Meredith Grey es siempre la conclusión de todos mis pensamientos. Y ya me cansé de negarme a admitir qué esa hermosa y talentosa rubia me gusta demasiado cómo para ser verdad y aunque desearía qué la primera mujer qué inspirara esos deseos en mí, no fuese la misma qué compartió la cama de mi ex esposo; pero desgraciadamente no es así y la vida me puso en esta situación y no soy nadie para luchar contra el destino, no cuándo la doctora Grey hace algo todos los días qué me hace encantarme aún más con ella.

Es su forma de ignorar preciosamente los inservibles avances de Derek, qué tanto me encanta ver y he tenido qué contenerme bastante de decírselo intentando ser lo más dura posible con ella, pero al igual qué mi ex esposo, fallé en cada ocasión, pero a diferencia de Derek, la doctora Grey no me quería nada alejada de ella y en cambio ella parece a cada momento buscar una nueva forma de estar cerca de mí, ya sea en las salas de descanso, o en medio de una de las tantas rondas médicas a las qué me acompaña e incluso se inventó una nueva forma de llegar a mí y bendito sea el momento en qué se le ocurrió endulzarme con el delicioso café qué en el momento qué menos lo espero, Meredith aparece con una amplia sonrisa entre sus rosados labios y con un café caliente entre sus manos y no puedo parar de agradecerle por eso porque entre mis inagotables cirugías, junto con mis largas guardias en el hospital y todo el papeleo y problemas qué debo solucionar cómo la jefa de obstetricia del hospital, no tengo tiempo para disfrutar de mi bebida favorita, hasta qué por supuesto Meredith apareció y confirmé qué la doctora Grey a parte de hermosa, inteligente y demasiado atractiva, es para mí suerte en este momento tan detallista conmigo y no puedo quejarme de nada de sus gestos hacia mí; porque incluso cuándo mi ex esposo fue un completo idiota conmigo aquella vez qué la esperaba a ella afuera de una de las habitaciones, Meredith no sólo le dejó claro qué no quería nada más con él, sino que me defendió de sus groseras palabras aún cuándo no tenía qué hacerlo y ese fue el momento exacto en el qué acepté mi total y completa atracción por la hermosa rubia.

Y aunque antes tenía dudas sobre lo que debería hacer al finiquitar mi divorcio con Derek, ahora lo tengo todo absolutamente claro. Porque no pienso dejar de explorar todo lo que provoca Meredith en mi y para eso necesito permanecer aquí en Seattle lo más que pueda para ver que sucede entre esa linda residente y yo, porque aunque ella sea la ex amante y yo acabo de ser nombrada oficialmente cómo la ex esposa del mismo hombre, siento una corazonada de qué nos puede ir bastante bien, sí tomo en cuenta todo lo que me dejan ver sus penetrantes ojos verdes sobre los míos en cada momento en qué nuestras miradas se cruzan.

Mi jefe, Richard, estuvo más qué feliz al escuchar mis intenciones de quedarme en Seattle y me felicitó por querer seguir aquí a pesar de la mala relación en la qué nos hemos envuelto Derek y yo desde qué vine hasta aquí y sí tan sólo Richard supiera qué no consideré para nada a mi ex esposo para decidir quedarme aquí, no me habría dado esas palabras porque a penas él sepa qué me estoy quedando en la ciudad con la única motivación de salir con la residente más hermosa del hospital, quedará tan sorprendido cómo todos los qué conocen la historia qué nos une a Meredith y a mí, y no me importará en lo absoluto toda la atención que generaríamos, siempre y cuándo tenga a la doctora Grey total e indiscutiblemente para mí, porque no cometeré el error de desperdiciar esta nueva oportunidad qué la vida me está dando para ser feliz en forma de una hermosa e inteligente rubia, de la qué sospecho me escogió cómo su interés desde el instante en qué me vió a la distancia, así cómo yo la escojo definitivamente ahora, qué al fin estoy totalmente soltera para hacer las cosas bien con Mer, porque no me atrevería a poner sobre su linda cabeza el título de amante, tal cómo se atrevió el estúpido de mi ex esposo.

SUCKER FOR YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora