Addison POV.He conocido todo tipo de personas en mi vida, pero nunca nadie igual a Meredith Grey.
Porque estoy siendo toda una bastarda con ella, y lo he estado haciendo por largos días y la hermosa rubia parece inmune a toda mi mala actitud hacía ella. No sé sí ella está probando hasta que límite puede llegar toda mi hostilidad, pero Meredith no parece nada molesta conmigo, ni con mi presencia en el hospital, y en cambio siempre parece que tiene lista una sonrisa para mí, y no puedo decidir sí eso me gusta o me encanta de ella, porque definitivamente Meredith tiene carácter y sí hay algo que aprecio de las personas es justamente eso, y puedo ver qué Grey tiene varias cosas y actitudes que aunque no quiera, me gustan y mucho.
Aunque después de mi estancia permanente en la ciudad, puedo ver qué el único que parece estar realmente molesto con mi presencia diaria en el hospital y en Seattle en general es mi ahora casi ex esposo, Derek. No estoy sorprendida por eso, ni por su actitud de niño regañado, pero en verdad creí que él sería diferente esta vez, pero por supuesto me equivoqué. Porque Derek en realidad debe estar tomando un té de valeriana para sus nervios y su rabia mientras continúo interrumpiendo sus ahora nefastos intentos de coqueteo con Meredith. Porque he sido testigo de lo duro que él está intentando volver a acercarse a la rubia y también he visto cómo ella lo despacha sin ningún tipo de miramientos cada vez que él intenta cualquier cosa con ella. Me podría divertir por ver la cara de palpable frustración de mi casi ex marido, pero toda la situación entre Derek, Meredith y yo, me tiene demasiado confundida cómo para empezar a disfrutarlo.
En verdad creí que les estaba truncando el camino de su romance o del que creí que estaban teniendo cuándo llegué aquí, pero ahora lo estoy dudando muchísimo. He estado el tiempo suficiente en Seattle y he podido darme cuenta de que ellos no pasan tiempo juntos, salvo que Derek sea el asistente de Meredith, cosa que pasa una vez al mes y de resto no pasa nada más, me he asegurado de eso con mis constantes interrupciones y la misma rubia es bastante buena en mandarlo lejos de su camino, cosa que también me agrada bastante.
Meredith se la pasa todo el tiempo con sus amigos en la cafetería, cuándo no está corriendo por todo el hospital o siendo interrumpida por mí en sus merecidos descansos para hacer cualquier cosa que se me ocurra. No la estoy persiguiendo en lo absoluto, sólo me estoy asegurando de qué estoy cumpliendo mi propósito al quedarme aquí en Seattle, aunque después de ver con mis propios ojos todo lo que está pasando, creo que el único en verdad emocionado con algo romántico entre ellos es Derek. Pero de nuevo esa es sólo una suposición y mientras no compruebe nada al cien por ciento, seguiré actuando no tan amable con Meredith y Derek cuándo se meta en mi camino, pero él no es tan tonto cómo para molestarme.
Sé muy bien que me merezco una fuerte cachetada de su parte por actuar de esa forma y ser tan idiota con Grey, valiéndome de mi puesto de jefa, pero no obtengo nada más de ella, salvo la gran sonrisa que sus labios me regalan cada vez, mostrándome esos lindos hoyuelos en sus mejillas, y tienen algo encantador que me gusta mucho y cada día me gustan más.
No debería estar pensando así sobre la doctora Grey, cómo me gusta llamarla para mantener la distancia entre ambas, intentos que ella parece ignorar graciosamente cada vez llamándome por mí nombre antes de recordarle que es Shepherd, sólo para molestarla un poco más, pero lo único que parecen hacerle mis recriminaciones, es divertirla muchísimo. Incluso podría decir que eso se ha convertido en un pequeño juego privado entre nosotras en medio de los llenos pasillos del hospital, o en cualquier lugar que compartamos algo de tiempo juntas. No puedo evitar disfrutar de ella, de su presencia y tampoco de sus juegos, a pesar de que no debería comportarme así, pero simplemente no parezco poder controlar mis reacciones cuándo se trata de Meredith Grey.
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SUCKER FOR YOU
FanfictionCuándo vi a esa hermosa pelirroja a la distancia, con su largo abrigo negro cubriendo lo que ha de ser el cuerpo más hermoso que podré ver en mi vida, con su mirada altiva y decidida mirando el lugar a dónde estaba, sólo pude preguntarme ¿Por qué es...