Desperté debido al dichoso tono de llamada de mi teléfono. Dos semanas habían pasado desde el caso de las cabezas. Y el ambiente había estado tranquilo, solo tuvimos una víctima y el marido confesó.
Agarré mi teléfono adormilada, sin fijarme ni en la hora. Puse el extraño aparato con pereza en mi oreja y seguí durmiendo.
— ¿Quién es? —susurré con una terrible voz de dormida.
— Inspectora Michet, tenemos un nuevo caso. Te paso la dirección por mensaje y no tardes, trae café. —añadió antes de colgar.
Bufé incrédula al ver la petición de Alec. Mi compañero en algunos casos y de origen británico suele ser un poco peculiar, pero es un buen amigo.
Me levanté a regañadientes y salí de mi habitación como si fuera un zombi. Fui directamente a la habitación de mi aniñado compañero y me dejé caer perezosamente sobre su cama.
— ¡Nelaaaaa me diste un rodillazo en mis cataplines!
Me tiró al suelo, mientras se retorcía en la cama agarrándose sus partes íntimas.
— Es tu culpa por dormir espatarrado, no eres una estrella de mar. —me defendí, poniéndome en pie, ya despierta.
— ¡Son las putas cinco de la mañana, Nelaa!
— ¿Tan pronto? Bueno lo que sea, levanta que tenemos una nueva víctima.
Salí de la habitación en cuanto le informé. Este no tardó en gritar aún desde la cama.
— ¡Maldigo al crimen, por arruinar mi sueño y encima romperme los huesos tan de madrugada!
Rodé los ojos ante el dramatismo de mi compañero de trabajo y de casa.
— ¡Cierren la maldita boca, niñatos del sexto piso! —Gritó la loca de nuestra vecina, una mujer con cinco gatos y pelo en lacado el noventa por ciento de su vida.
Ignoré el regaño de esa mujer por su ventana y me centré en vestirme. A los diez minutos ya estábamos saliendo de casa en dirección al escenario del crimen. Hice un parón para comprar un café en Starbucks, porque el idiota de Alec solo topa café pijo. Y a Jungkook se le antojaron unos pastelitos.
Me sorprendí cuando llegamos a la escena del crimen, era en un hotel lujoso y en una de las zonas más privadas de Seúl. Dejamos el coche en la entrada y cruzamos el cordón policial. Subimos en el ascensor hasta la novena y última planta y seguimos el rastro de sangre en la alfombra de terciopelo roja, hasta la última habitación presidencial. Estábamos por entrar en la habitación, pero un llamado me hizo frenar y maldecir.
— ¡Inspectora! Me alegro de verla de nuevo… Veo que aún no hizo caso a mi petición de contratar un estilista, esa camisa es horrible.
Rodé los ojos y me acerqué al hombre con bata negra, si, de nuevo estaba desnudo.
— Habló el hombre al que siempre encuentro desnudo.
— Inspectora, esta bata de seda vale más que una habitación doble en este hotel. —alardeo tocando la delicada prenda.
— Egocéntrico… —canturreo Jeon a nuestra espalda.
— Ajam ¿que haces aquí, Sugafer? —pregunté cruzándome de brazos— Estás en el escenario de un crimen.
— Bueno tuve una fiesta anoche aquí y me alojé en la habitación de allá, al otro lado.
Señaló la habitación contraria a la del crimen, dos chicas también en bata estaban siendo interrogadas. Bufé y me centré de nuevo en él.
— De nuevo eres sospechoso.
— No, tengo coartada y esas dos mujeres pueden corroborar… Pero conozco al chico que estaba con la mujer que murió, podría serles de utilidad.
Suspiré llevándome la mano al puente de la nariz.
— Bien, pero quédate aquí. Primero debo ver la escena del crimen.
Este asintió triunfante. Me alejé junto a Jungkook, quien se estaba comiendo su desayuno. Al entrar en la habitación tan blanca, dolía ver el rojizo de la sangre por los muebles y suelo. Entramos a la zona de la cama, donde estaba el cadáver de la mujer veinteañera.
Valeria inspeccionada el cadáver, mientras Taehyung hacía fotos a toda prueba necesaria. Alec por el contrario atendía una llamada. Al vernos colgó y se acercó para agarrar su café.
— Dios gracias, necesitaba cafeína y no había nada abierto cuando llegué aquí.
— Suerte tienes de que el Starbucks de al lado de nuestra casa esté las veinticuatro horas… ¿Qué pasó, Valeria?
La chica se puso en pie y me señaló el evidente caso. La víctima tenía clavado un palo de escobilla del váter en la cabeza. Algo que no esperaba ver.
— Bueno, la verdad es que la intentaron matar de tres formas diferentes… como ven, la intentaron estrangular, por las marcas de su cuello. —chasqueo su lengua, señalando con un bolígrafo las zonas que iba diciendo.— Creo que es evidente que está mujer tuvo relaciones sexuales, pero aún no se si fueron consentidas… siguiente, puedes observar un fuerte golpe en la parte trasera de su cráneo y la escobilla en toda la frente.
— Creo que esta señora no quería morir. —añadió musitando Jungkook.
— Bien, empecemos a trabajar. Alec llévate a Jungkook e interroguen a los trabajadores del hotel, yo me encargo de las personas de esta planta.
Los dos asistieron sin rechistar. Me quedé sola con Valeria y Taehyung. Necesitaba mirar más la escena del crimen y buscar una posible causa.
— ¿Michet cómo es que te quedaste sola? —preguntó la rubia de origen alemán.
— Digamos que prefiero que Jeon empiece a trabajar con otros inspectores, no siempre estará tras mi tutoría.
— ¿¿Puedo ser tu compañero, Nela??
— Taehyung eres fotógrafo forense, no inspector. Además creo que–
— Yo seré su compañero en este caso, ¿Verdad inspectora? —alardeo mientras posaba su brazo sobre mis hombros.
Carraspee mientras lo apartaba.
— Aún no acepte eso, señor Min.
— Sugafer para los amigos, ya estamos en confianza inspectora.
Rodé los ojos sacándolo de la habitación y apartándolo para hablar mejor. Debía concretar e interrogarle sobre lo sucedido durante la madrugada.
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Espero que les haya gustado!
Es una versión de Yoongi que me está costando hacer, estoy acostumbrada a hacerle tierno y adorable jsjsjs
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Sugafer (𝙼.𝚈.𝙶) +18
FantasyNela Michet, una chica de veinticinco años. Inspectora de homicidios desde hace más de tres años de carrera, nunca tuvo un mínimo problema en sus casos, hasta que en su vida apareció el mismísimo lucifer. O eso es lo que dice ser el. Su carisma, s...