Nela Michet, una chica de veinticinco años. Inspectora de homicidios desde hace más de tres años de carrera, nunca tuvo un mínimo problema en sus casos, hasta que en su vida apareció el mismísimo lucifer.
O eso es lo que dice ser el.
Su carisma, s...
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Desperté con demasiada calor, mi cuerpo ardía y estaba sudando como si estuviera en una sauna. Abrí mis ojos lentamente e intenté enfocar algo adaptándome a la luz.
Pero me llevé el susto de mi vida al ver esa cosa más empinada que la Torre Eiffel. No podía alejarme porque alguien tenía todo su cuerpo encima de mí, estaba literalmente entre "la espada" y la pared.
¿¡Qué diablos es eso!? Eso debe de tener hasta carnet de identidad. Sugafer no mientras cuando dice que le crearon bien dotado.
Mi mejilla estaba estampada contra su estómago bajo, por lo tanto tenía plena vista de su entrepierna. No podía apartarme porque Jungkook debía estar aplastandome por mi espalda. El otro tampoco se quedaba atrás, notaba la emoción mañanera del menor de la habitación, contra mi trasero.
Antes de que pudiera decir algo, Suga pareció comenzar a despertar. Estuvo su cuerpo, haciendo que su entrepierna creciera aún más, como si eso fuera posible.
Si creía que la situación no podía empeorar, estaba equivocada. Jungkook también comentaba al despertar y al estirarse me empujó, estampado mi cara contra la pelvis de Sugafer. Involuntariamente mi mano agarró su cosita para apartarla de mi puta cara, pero justamente la puerta de la habitación era abierta por mi progenitora, quien se quedó con la boca abierta admirando la extraña situación.
Esto era imposible de no malinterpretar, tengo la polla de Sugafer en la mano, con mi cara a centímetros y a Jungkook con su pelvis en mi trasero y abrazándome.
-- Creo que debí llamar, disculpar. Sigan con lo que estaban, nosotras ya nos vamos.
No supe qué responder, dejé que se fueran y solté bruscamente al chico, apartando al de atrás toscamente.
-- ¿¡Qué diablos creen que hacen!?
-- Inspectora no tiene que avergonzarse, mi polla tiene un don. Es un seductor de primera mi pequeño Minmin.
-- Ni se te ocurra hablarme de tu cosita. Los quiero fuera de mi casa. -ordene tajante.
-- Vaya, ya se había emocionado Minmin con tus suaves toques, inspectora.
-- Largo, Min Yoongi... Y Jeon Jungkook, te quiero vestido en media hora, para ir a trabajar.
Sin esperar una respuesta de estos dos, me metí en el baño, esperando y deseando que estos dos se fueran.
No podía negar que había sido una situación excitante y no soy una persona de piedra. Un hormigueo picante se hacía notar entre mis piernas, me pareció buena idea sacar mi vibrador y darle un poco de uso durante mi ducha.
No solía usarlo mucho, el trabajo ocupa gran parte de mi vida y debido a eso, duermo bastante pronto. Sólo lo uso en algunas duchas en las que me tomó más tiempo para relajarme o momentos en los que siento ese cosquilleo entre las piernas.
Tras encontrar el alargado y rojo aparato, me adentre en la ducha. Soyeon fue quien me regaló tal cosa, alegando que ella tenía uno igual en morado. En su día no le presté tanta importancia, hasta que lo probé y vi que eso sí daba placer, sin tener que socializar.
Primero dejé que él agua caliente cayera por mi cabello, llegando a mis hombros. Después mire el aparato con cierta lujuria, le di un leve lavado con el agua y me arrodille en el suelo. Humedeci mi entrepierna escupiendo en mis dedos y llevándolos a la zona, masajeando un poco. Después adentré el aparato lo más al fondo posible y ahí lo encendí, sintiendo la vibración en lo más profundo de mi ser.
Apreté mis piernas y solté leves jadeos de placer, cuando me acostumbre a las vibraciones me puse en pie, dejando el aparato en mi interior mientras continuaba duchándose y de vez en cuando lo movía fingiendo embestidas.
Fue un buen baño, de esos que me gustaría repetir demasiadas veces. Pero que apenas pasan.
A veces me replanteo tener algunas citas, aunque solo sean para tener sexo y ya. No me gustan las relaciones serias y no tengo buenas experiencias en ellas.
Desayuné con Jungkook algo rápido y salimos de casa para el trabajo. Sugafer ya se había ido cuando salí del baño y eso lo agradecia. Esperaba no tener que verlo hoy, bastante vergonzoso fue tocar su polla. ¿No podía ser a Jungkook? Por lo menos había confianza, pero con Sugafer no hay ninguna confianza, fue demasiado vergonzoso para mí.
Nada más pisar la comisaría, Namjoon nos dio un caso nuevo y tuvimos que salir corriendo a la escena del crimen. Al llegar allí, ya nos estaban esperando Taehyung con su cámara y Valeria ya inspeccionada el cuerpo de la víctima. De lejos veía que era una mujer caucásica, rubia y de unos treinta y pocos años.
Me acerqué al cuerpo bajando una pequeña bajada de tierra, junto al lago. El cuerpo había sido encontrado flotando en el lago.
-- Buenos días, ¿Que tenemos?
-- ¡Buenos días inspectora! -Sonrió Taehyung, antes de continuar haciendo fotos al cuerpo.
-- Cómo puedes apreciar, fue estrangulada, le golpearon la cara varias veces para que fuera difícil reconocerla y luego tirada al mar, llevará unas cuarenta y ocho horas muerta. No hay mucho que revelar por el momento, hasta la autopsia.
Jungkook se acercó a nosotros con su cuaderno de notas abierto.
-- Ya le traigo datos, inspectora... Esos niños de allá, fueron los que encontraron el cuerpo, mientras jugaban con su pelota. Se les cayó al río y allí se llevaron el susto de sus vidas... necesitarán terapia.
De nuevo tenía pinta de ser un caso complicado, pero al menos no estaba aquí el pesado de Sugaf...
-- ¡¡Inspectoraaa!! Que rápidos son, tarde de más masturbandome y me retrase, ¿que pasó? Oh diantres, le quedó la nariz horrible. -soltó al ver la cara desfigurada de la mujer.
Me llevé la mano al puente de la nariz, acompañado de un lamento. Sugafer era un chicle en mi zapato y no parecía haber forma de sacarlo de ahí.
