Extra 1

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—¿Ya terminaste? —una voz se escuchó detrás, haciendo que Beomgyu se girara.

—Kai, te dije que te quedarás en el auto, mi mamá me va a matar si sabe que te traje hasta acá sin abrigo y en pleno otoño —regañó.

—Pero es que auto es muy aburrido —respondió —Aparte que ya tomé todos mis medicamentos, estaré bien Beom, no es para tanto —

—Mamá dice que eres muy sencible, obvio que me tengo que preocupar Kai.

—Pero nadie me conoce tan bien como yo mismo y yo te dijo que estoy bien —lo tranquilizó y Beomgyu se pudo calmar un poco. —Entonces, este es Choi Mingyu —

—Umju —Beomgyu asintió. —Han pasado ya casi cinco años desde que el se fue. Creo que sería solo un año mayor que tú si el aún estuviera aquí —sonrió con un poco de tristeza.

—Dónde sea que Mingyu este, estoy seguro de que el está orgulloso del hermano tan increíble que aún tiene —lo consoló.

—Me gusta pensar que es así —sonrió nuevamente. —Me he intentado mantener firme y cumplir con mi promesa. Una vez Mingyu se fue, sentí que mi vida se derrumbó pero cuando me levanté nuevamente, pensé en que quería evitar que más personas pasarán la tortura de Mingyu. Solos y sin nadie que les escuche y que les pueda dar una voz —suspiró —Espero y así este lo este siendo—

—Lo haces Beomgyu —respondió Hueningkai intentando animarlo. —Todos los días, la gente viene a visitarte para poder contar su historia y poder ayudar a los demás. Lo que haces es asombroso —dijo —E incluso ayuda mucho ¿Sabes? Una vez te conté mi vida creo que libere un gran peso de mis hombros. Eres todo lo que uno necesita, alguien que te escuche y no te juzgue, alguien que te de una voz —

—Realmente te quiero, Ning —Beomgyu abrazo a Kai. —Es hora de irnos, pronto va a empezar a atardecer y empezará a hacer mucho más frío —

Huening asintió y se puso en marcha.

—Adiós Mingyu, te veo en unas semanas —Beomgyu se despidió de aquella tumba. Aquella que estaba vistiendo cada mes, a veces para llevar flores o para darle mantenimiento. Otras veces iba con Hueningkai o iba solo para estar un momento en tranquilidad después de una larga semanas y platicarle a aquella tumba como había estado su vida, imaginando que su hermano estaba sentando a su lado o que lo podía escuchar dónde sea que estuviera. —Hoy encienden las luces de navidad —comentó Beomgyu —¿Te gustaría que fuéramos a ver? —

—¡Me encantaría! —exclamó —Pasamos por mi casa por un abrigo y luego vamos —

Beomgyu sonrió y asintió al mismo tiempo mientras se desviaba de camino pasa ir a la casa de Hueningkai y como este le dió a entender, ir por un abrigo.

Sus salidas con Kai se habían hecho más recientes en el último año.

Después de haber publicado aquella nota y que Kai le leyera. Beomgyu iría con él, ya que Kai también quería contar su historia, una de un chico que a su corta edad habia enfermado de anemia y si no fuera suficiente, por está misma enfermedad tenía algunos problemas respiratorios, así que estar en el hospital para el era ya parte de su rutina, pero que seguía de pie.

Felizmente había caído en las manos de la Doctora Lee, también mamá de Choi Beomgyu y en este último año no había estado tanto en el hospital como en otros años, de hecho, había estado bastante estable hace ya un tiempo.

Beomgyu y Kai se habían hecho muy buenos amigos después de la entrevista. Después de haber tomado la historia de Kai y publicarla, Beomgyu lo fue a visitar nuevamente al hospital para hacerle saber la buena reacción que había tenido su historia y desde ahí, Beomgyu comenzó a visitarlo incluso fuera del hospital o del trabajo de su madre pues incluso hasta para la madre de Beomgyu, Kai era como un hijo o como parte de su familia.

Maybe | Taegyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora