𝐔𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 𝐚 𝐜𝐢𝐞𝐠𝐚𝐬. ©

Pulgosos. (Editado)

Capítulo dedicado a
ValeriaSarabia6 💘Gracias por tu apoyo.

JK

Nos encontrábamos en la sala, uno más preocupado que otro. Estaba explotando de los nervios, Jimin no despierta hace dos días, llame al médico y este dijo que solo era cansancio que despertara cuando tenga las fuerzas necesarias.

Hoseok me miraba muy mal, temía que en cualquier comento salte sobre mí y me arranque la cabeza.

A pesar de que le explique todo y alegue que estaba lo suficientemente arrepentido de todo, no me creyó.

Solo espero que cuando Jimin despierte no me aleje.

¿Si te escuchas maldito lo que dices? ¿Como va querer estar cerca de ti?

Maldita conciencia.

—No me fio de ti—. Entrecerró los ojos—. De igual forma, cuando Jimin despierte no te querrá a su lado. ¿Si te das cuenta de que eres uno de los que más daño le hiciste?

Resople. Ya no quería más reproches, sé que tiene la razón, pero estoy tratando de mejorar y parece que solo se empeña en ver lo negativo.

—Ya hablamos sobre eso, mis acciones lo demostrarán—. Me encogí de hombros.

Se paró dispuesto amenazarme.

—. Escúchame bien, yo no soy un omega del montón al que no tomarás importancia sus palabras—. Dijo acercándose—. No me conoces de lo que soy capaz—. Sonrió.

La sonrisa me dejó perturbado. En serio este omega le faltaba un tornillo.

—T-taee... Yoong...—. Tartamudee.

—Hobi cariño, por favor solo dale una oportunidad—. Ambos lo hicieron retroceder a su sitio inicial.

—cuantas veces les tengo que decir que dejen de ponerme un mote cariñoso—. Levanto la mano—. ¿Quieren un golpe a caso, eh, eh?

—No—. Respondieron al unísono bajando la cabeza.

Dominados.

—Y-yo creo que iré a ver si ya despertó.

Me levanté rápido temiendo por ver al par de babosos que tengo como amigos siendo golpeados por ese cuerpo tan pequeño, vaya que si Jimin tuviera ese genio, haría caso en todo y por supuesto no dejaría que se enoje, pero mi bonito es una ternurita andante.

Entre a la habitación encontrando aún a mi bonito entre las grandes colchas. Apenas y dejaba ver su carita. Me dispuse a mirarlo desde mi posición, frunció el ceño un poco, tal vez esté soñando o algo, de igual forma, de hoy en adelante, nadie perturbará su sueño.

Me di vuelta con intensiones de entrar al baño, pero antes de eso, un peso cayó de golpe sobre el piso.

Abrí mis ojos con grandeza al ver que se había caído por tratar de ponerse de pie.

—N-no te acerques... Y-yo me iré rápido, solo déjame ir, por favor...—. Empezó a sollozar intentando arrastrase a cualquier dirección.