Un as bajo la manga. (Editado)

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JM

¿Me encontraba sobre la cama muy desorientado con el pequeño piquete de dolor en mis sentidos, este era el malestar que se sentía al embriagarse? Es un hecho que no volveré hacerlo, se siente terrible. Ni siquiera recuerdo cómo es que llegue con Jungkook.

Cerré los ojos fuertes, tal vez ayer me comporté ridículamente y aún no recordaba nada. Fiasco de subconsciente.

—Despertaste.

Me tensé bajo las sábanas, ese era Jungkook. ¿En qué momento entró? Mordí mis labios fuertes sin saber qué decir. La vergüenza me invadió.

—Jimin...

Volvió a llamarme, pero mi ceño se frunció haciendo que salga de mi escondite muy desorientado.

—¿pasa algo?—. Pregunté tanteando el ambiente.

—No es nada, te traje algo para la resaca y comida.

Dejo sobre mí la charola con comida. De un momento a otro todo a mi alrededor estaba tenso, ¿de qué me perdí?

—¿qué sucede?—. Inquirí sin alarmarme, tal vez todo sea parte de mi imaginación.

—Mis padres llegaron—. Dijo de repente, su voz se escuchaba muy lejos, así que deduje que estaría por el balcón—. Mamá quiere verte, así que come rápido.

Asentí no muy convencido pero con ganas de ver a la señora Jeon. De repente solo sea la resaca que me deja paranoico.

—Jimin...

¿Jimin? ¿Fruncí el ceño sin entender por qué hoy todo estaba tan raro, hizo algo mal?

—¿estás molesto?—. Supuse que tal vez ayer me comporté muy mal—. No debí beber de esa manera... yo, lo siento.

—¿de qué hablas?—. Suspiro, otra vez, estaba cerca—. Puedes hacer lo que desees, solo...—. Hubo un silencio de segundos donde la tensión subía—. Mamá dijo que aún no encuentran a tu abuelo.

Oh.

¿Solo era eso?

—. Debí imaginarlo—. Reí; sin embargo, mi sonrisa caricia de diversión—. Tal vez mi abuelo este...

—Shh—. Me callo al sentir un dedo sobre mis labios—. Lo encontraremos, lo prometo.

Asentí queriéndome convencer de que pronto podré sentirlo. El reencuentro con mi abuelo sería uno emocionante. Por favor espera por mi abuelo.

—¿qué ocurre?—. Volví a cuestionarme una vez más en lo que lleva del día, definitivamente algo estaba mal, pero Jungkook parecía o quería ocultarme algo—. Jungkook...

Mi paciencia se estaba acabando, habíamos pasado el resto del día de forma neutra, la misma rutina de siempre, pero algo estaba mal y eso no se me quitaría de la cabeza tan fácil.

—Te ocurre algo—. Afirme ahora cansado de este día.

—Algo sin importancia.

¿Le estaba restando importancia a algo que lo tenía tenso todo el día? Sea lo que sea, ese "algo" no se iría.

¿Estaría bien insistir?

—¿No puedo saberlo?—. Tan poco rogaría, si algo no quería decir, tal vez solo sea una preocupación leve; sin embargo, ese pequeño malestar en mi pecho cada vez crecía.

—No, porque no importa Bonito.

—¿A dónde vas?—. Pregunté un talento alarmado, de repente sus pisadas sé escucharon alejándose.

𝐔𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 𝐚 𝐜𝐢𝐞𝐠𝐚𝐬. © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora