Andruw me vuelve abrazar, cuando logro calmarme decido ir a darme cuenta de Isabel y Vallolet. Al entrar las encuentro dormidas y con rastros de lágrimas en sus rostros, no sé cómo voy a poder mentirle a Isabel, pero es cierto que la vida de Dilan estaría en peligro si esa loca se entera que su hijo sigue con vida.
Escucho decir mi nombre por el alta voz del hospital, así me retiro a seguir con mi turno, al salir de la habitación me encuentro con un devastado Richard, lo abrazo y el hombre grande y eficiente que siempre me hace reír, se quiebra en mis brazos culpándose de lo que sucedió.
Al calmarse le pido que no se despegue de las chicas y me mantenga al tanto, conociendo a mi hermana y sé que su primer instinto será culparse y encerrarse en sí misma, aislándose de los demás como siempre lo ha hecho, pensar en que tomará un periodo de duelo, me hace saber que no tendría corazón para verla llorar y seguirle mintiendo.
Los días pasan, y como lo supuse, Isabel se ha encerrado en el apartamento de Dilan recibiendo solo a Vallolet según me informa Richard.
Las heridas de Dilan van mejorando, pero sigue en coma, sin embargo, la mentira sigue en su curso, la que se supone es su madre, realizó un sepelio con las cenizas del señor Sussex y con las supuestas de Dilan que el señor Sommers le hizo llegar. Enterarme que la loca de Katiana murió en la caída con Dilan, me alivia, pero al mismo tiempo me duele no haberle partido la cara por haber secuestrado a mi hermana.
Lo bueno ha sido poder contar con Alejandro que no se ha despegado de Dilan ni a sol ni a sombra; hemos conversado de todo un poco, sobre todo de la ilusión que le hace saber que va a ser papá de dos bebes, lo que más anhela después de que Dilan despierte, es pedirle perdón a Isabel y vivir cada etapa de su embarazo. Lastimosamente, la justicia del señor Sommers por haber tocado indirectamente a su hija, ha provocado la muerte de todos los hermanos de Alejandro y por ultimo, el asesinato de su padre. Por lo que sé, no todos pertenecían a esa vida y más sus hermanas, lo he visto intentando hacerse el fuerte, pero sigue viéndosele el dolor en la mirada y más cuando habla con su madre.
Mi vida con Andruw está prácticamente en pausa, a pesar de que el paciente que lo trajo ya se recuperó de la operación, gracias a que nos casamos no ha sido deportado del país, cosa que en estos momentos le agradezco a mi sociópata por su locura, sigo sin entender el tema de que debe irse al despertar Dilan, la parte de hacerse cargo del hospital donde trabaja y de su familia.
Voy camino a la cafetería cuando mi celular vibra y veo un mensaje de Andruw "Ven rápido", es lo único que coloca y siento por primera vez que me va a dar un infarto, mis emociones están fuera de control, me pongo en marcha a encontrarme con mi esposo. Al estar frente a la puerta en la que he entrado más veces este último tiempo que a la de mi casa, mis manos tiemblan, respiro profundo y me doy el valor para lo que sea que me tiene que decir mi esposo, Andruw voltea con una sonrisa y trato de buscar una explicación a tan brillante sonrisa, pero esta llega sola cuando escucho esa voz, aunque baja y un poco ronca, pero inconfundible para mí.
–Voy a ser papá –Mi cuerpo no me sostiene y caigo al suelo al tiempo en que mis lágrimas salen en cascadas, siento mi cuerpo ser levantado mientras mi llanto no cesa, sin embargo, siento una tranquilidad que había perdido desde que escuché a esa mujer querer matar a mi amigo; como logro controlo mi llanto y el temblor de mi cuerpo, me pongo en pie y camino a la cama, él me mira buscando respuestas y lo que hago lo impresiona más cuando lo lleno de besos en todo su rostro.
–Bienvenido a la vida
–¿Qué sucedió? –pregunta confundido
–Muchas cosas cariño, pero ya habrá tiempo para ponerte al tanto, ¿cómo te sientes?
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Arrebato en la Perla III
Roman d'amourEl sonido de las puertas que cierran me hace levantar la cabeza, miro dónde está el gerente del hospital y a su lado, el tipo del ascensor. El gerente empieza hablar de unos cambios en el hospital y luego dice que el hombre a su lado es el nuevo méd...