Arrebato en la Perla III

Capítulo 30 - Accidente

Abro mis ojos y veo a mi esposo ante mí, me sonríe y una lagrima recorre mi mejilla, va ser más que difícil olvidarme de él si se me aparece como un fantasma, muerdo mi labio para contener las ganas que tengo de llorar.

-no entiendo porque siempre piensas que voy abandonarte o cambiarte por alguien más, ya me habían dicho que eras muy mala chismosa y veo que es verdad, te cuento cuando uno quiere chismosear creo que debe escuchar con atención y toda la información completa para luego si sacar sus conclusiones. -dice y se acerca a mi yo no puedo creer que este aquí frente a mí, mis lágrimas recorren mis mejillas y el me quita el cinturón de seguridad y me toma en brazos baja del avión conmigo y luego sube a la camioneta. -de nuevo a la clínica por favor, la camioneta se pone en marcha y Andruw sigue conmigo en su regazo. -te amo más de lo que si quiera te imaginas y jamás podría renunciar a ti, todo lo que escuchaste estaba fuera de contexto y sé que tenemos que ponernos al día con todo. -yo me aferro a él y no se en que momento me quedo dormida.

Recuerdo y nuevamente estoy en la habitación de la clínica canalizada y mi garganta se siente un poco mejor, volteo y veo que estoy sola, me incorporo y la puerta del baño se abre y sale mi esposo con el cabello húmedo y me da una sonrisa dulce, tiene ojeras y se nota que está cansado me imagino que no ha sido fácil para él toda esta situación

-¿cómo te sientes pequeña? -pregunta acercándose a mí y deja un beso casto en mis labios

-mejor. -digo con una voz un poco baja y aunque la garganta la siento raposa al menos ya puedo hablar

-tu voz ira mejorando a medida que las cuerdas vocales estén completamente reparadas de la inflamación. -sonrió y asiento. -amor tenemos. -no termina de hablar cuando la puerta de la habitación se abre y por ella entra mi adorada suegra y sus grandes amigas Zamira y su madre

-no puedo creer que seas tan maldito Andruw Stone te dije que no dejaras que encerraran a tu padre pero no solo lo permitiste si no que también los mandaste a golpear nada más que pusiera un pie en ese horrible lugar, pero que ha pasado este no es el hijo que yo crie y todo por una zorra aparecida que dice estar embarazada. -oh por Dios estoy embarazada

-te dije que no iba a detener el procedimiento él debe pagar por intentar matar a mi esposa y no he sido yo quien lo mando a golpearlo no soy como ustedes. -contesta mi esposo acercándose a mí y poniéndose como escudo de esas tres yo sigo sin poder decir nada y en mi cabeza solo se repite la palabra embarazada pero cuando no recuerdo haber dejado mi anticonceptivo ni nada.

-déjame dudarlo te has encargado de mandar agolpar a tu padre y acabar con el mío, por Dios Andruw. -habla Zamira

-he dicho que no he sido yo. -habla mi esposo con fuerza y sé que se está conteniendo para no gritar

-Y QUIEN ENTONCES, ERES UN MALDITO. -le grita su madre

-eh sido yo. -dice una voz tan familiar para mi me inclino para corroborar quien es y mis ojos se llenan de lagrimas

-quién demonios es usted y carajo hace aquí. -ruge mi suegra, Andruw se ha puesto en alerta y sé que es porque no conoce a la mujer frente a él

-Mamá. -digo en un susurro y ella me voltea a ver, Andruw voltea a verme impresionado y ella se acerca y me envuelve en sus brazos

-Hola cariño me preocupé cuando no llégate ayer y decidí venir a verte yo misma, como te sientes. -se separa de mí y empieza repararme y limpia mis mejillas. -no llores mi pequeña sabes que mamá siempre va a estar para ustedes, aunque no te descuenta y me enferma tanto que te tocaron de esta manera, tu tío me dijo que no podías hablar ya estas mejor de eso.