Capítulo 4 - Eh mojado mi pantis

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Mi semana empieza con mi turno de tarde, al llegar al hospital puedo ver que también está llegando él.

¡Dios!

Pero ¿Quién nos coloca en el mismo turno?

Ya es suficiente con verlo en mi cabeza diariamente

Continúo mi camino como si no lo hubiese visto y lo siento detrás de mí, camino al ascensor, entro y presiono mi piso rápidamente; aunque sé que vamos para el mismo piso no me da la gana de esperar a que llegue.

Por mí que suba por las escaleras o espere otro ascensor, ya estoy aburrida de su intensa mirada

Llego al cuarto de médicos, me desvisto y cuando estoy en ropa interior para colocarme el uniforme, entra y me queda mirando.

¿Querías ver?

Aquí estoy, a ver si dejas de verme como idiota

Ja

Me hago la que no lo he visto y sigo vistiéndome como si nada, al terminar me doy vuelta y salgo del cuarto sonriendo obviamente porque si él quiere ver pues que vea, pero que vea todo a ver si así se le quita su jodedera de una vez y por toda. Ya me he aburrido que no se anime en hablarme.

¿Por qué demonios me mira tanto?

Así que, que empiecen los juegos de hambre o de las miradas; como sea

Llego a mi piso viendo a varias enfermeras y auxiliares reunidas con algunos médicos, hablando muy concentrados

¿Qué estarán tramando?

Llego sigilosamente por detrás - ¿QUÉ ESTÁN TRAMANDO? – grito y todos brincan así no puedo aguantar y suelto mi carcajada

- ¡MIERDA! – Me río nuevamente – jefa ¿Por qué nos asusta así? – me pregunta una de las enfermeras jefes

Sonrío con los brazos en la cadera – para que cuando se reúnan haya siempre una persona alerta – le respondo – ¿Qué tal llegue algún estirado directivo y los encuentren a todos aquí? – les hago movimientos con los ojos

- Rodarían varias cabezas – contesta un chico auxiliar

- Exacto – les digo – pero entonces – me les acerco – ¿qué traman? cuenten - digo en susurro 

Ellos sonríen – Estamos planeando lo del paseo y cuanto hay que poner

Abro los ojos entusiasmada – ya había escuchado algo, pero ¿A dónde vamos a ir?

Me van a contestar cuando una de las enfermeras se queda mirando detrás de mí pero como no se ha levantado sé que no es ningún administrativo; volteo y veo al nuevo médico que me mira casi odiándome, yo sonrió y le guiño un ojo pero decido que es hora de recibir mi turno.

- Cuando este todo listo me cuentan bien – las señalo – ya saben que yo voy – me despido y sigo caminando con la sonrisa en la boca.

Ja

Mi turno termina, entro en el ascensor, levanto la cabeza viendo al otro lado de pie el nuevo medico productor de mis sueños y pesadillas húmedas. A medida que el ascensor va bajando, este va quedando vacío y al final solo quedan tres personas. Antes de salir pronuncio para todos una linda noche y la médico que estaba con nosotros me contesta con un igualmente Doc, pero el idiota sigue sin ser capaz de contestar.

Al parecer no le enseñaron modales, o ¿Se le comieron la lengua los ratones?

Volteo los ojos mientras camino agarrar un taxi

Arrebato en la Perla IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora