He vivido en la soledad por mucho tiempo. Yo que no tenía nada, ni si quiera un nombre, solo quería un lugar donde sentirme segura, dejar a tras todo los recuerdos constantes que el frio orfanato marcaban en mi piel. Todo parecía ser desafortunado para "mi yo" de cuatro años, y fue así, hasta que conocí a una mujer bella y radiante, la señorita Kim Hyo-ri, una beneficiaria constante del Orfanato, quien inesperadamente de un día a otro, estaba dispuesta a ofrecerme todo eso que una vez anhele, a cambio de ser la suplente de alguien muy especial que había perdido recientemente, su hija mayor, y quien de alguna manera, cuando tenía mi edad, teníamos un gran parecido.
Nunca supe más allá de aquel motivo vacío y sin explicaciones detalladas, pero fue así como me llevó a su familia de tres integrantes. 𝘓a fortuna que habían en su propiedad era inimaginable, aunque no se esperaba menos de una familia Kkangpae elite Surcoreana. Aunque mi recibimiento por parte de su esposo no fue cálido, ni esperado, su introvertido hijo mayor, quien era seis años mayor que yo, no dijo nada, simplemente me observo y dando una media vuelta, se retiró del salón. Ese sería el inicio de nuestra fría e indiferente relación, durante los próximos 18 años que, sin importar si habían días que pasábamos horas en la misma habitación, cada uno estaba en sus asuntos, sin hacer ningún tipo de intercambio extendido de palabras. Sin embargo, no era incomodo tampoco.
Kim Taehyung, el único heredero del negocio de su padre Kim He-yuk, siempre fue frio e indiferente ante cualquier situación, desde pequeño era un niño atractivo, esto no cambio en su a dolencia y adultez. Fue cruelmente entrenado por los hombres de su padre, para ser un arma letal ante cualquiera, yo, quien siempre lo observaba desde lejos, tratando de encontrar una emoción o inseguridad en su firme mirada, nunca la hallé. Durante el lapso de sus quince y veintitrés años, era rebelde y descuidado, pero siempre cumplía con sus deberes, aún cuando pasaba noches enteras con distintas chicas, a la mañana siguiente cumplía con sus estudios, y obligaciones del negocio. Hasta la fecha no supe que hacia allí, ni tampoco quise averiguar sobre ello, porque ese caótico mundo provocaba cierta inquietud en mis adentros, pero ciertamente aquello creo en mí una latente curiosidad. 𝘓a cual nunca mostré.
Durante años presencie muchas situaciones realmente difíciles, desde excesos de todo tipo, hasta lujos exorbitantes e innecesarios, aunque claro, nunca me atreví a quejarme de ello, ya que tanto el Señor Kim He-yuk como su hijo, no me consideraban parte de la familia, muchas veces lo habían dejado claro, asi que solo debía recibir y callarme ante esa realidad. 𝘓a Señorita Kim, por otro lado, siempre se comportó dulce y atenta conmigo.
El tiempo siguió avanzando rápidamente, casi como un pestañeo, y fue en el otoño de hace dos años, yo con diecinueve años y Taehyung con veinticinco, que sus padres fueron fríamente asesinados en una emboscada sin escapatoria por uno del que creía ser su aliado. Aunque el objetivo principal era su padre, su madre quiso intervenir y protegerlo, perdiendo así la vida con él.
Taehyung quien era el único heredero, fue ascendido a líder, por tradición, aunque aún debía cumplir con otras normas antes de ser oficialmente el jefe de todo. Cuando lo observé al llegar, por primera vez en muchos años, pude reconocer dispersas emociones en su rostro, el cual al igual que su ropa, estaba cubierta por la sangre y heridas, causadas por el enemigo. Pero a pesar de la trágica situación, sus acciones parecían ser controladas aun con la conciencia; él me miró fijamente con su cuerpo firme, mostrando esa aura intimidante y autoritaria que lo caracterizaba y pronuncio aquellas palabras:
"Como sabes, mis padres fueron asesinados, así que te enviare al extranjero hasta que se solucione todo aquí. También debo tomar el lugar de mi padre, hasta entonces, no vuelvas... "
Fue la primera vez en años que hablamos que hablamos tanto. Ya que él planeo con su gente y conmigo meticulosamente a donde iría, quienes habían ahí, como podía adaptarme, y finalmente, en qué tipo de lugar viviría. En sus ojos, mientras decía todo aquello, no había hostilidad ni desprecio, casi podía percibir un ligero destello de preocupación, el cual se apagaba por momentos. Así que sin poder llevarle la contraria, me fui por dos inviernos al extranjero, y solamente regrese cuando él mismo me indico que ya era seguro volver.
Durante mi tiempo afuera, muchas cosas cambiaron, entre eso mi perspectiva del mundo y mi vida. Algunas noches me sorprendía a mí misma encontrarme pensando en el molesto de Taehyung. Innecesariamente me preocupaba que estuviera completamente solo en aquella fría mansión, y no porque temiera de que lo asesinaran, ya que era bastante hábil y contaba con la protección de muchos, sino porque sabía que al igual que yo, él también llegaba a sentirse muy solitario en ocasiones, lo había notado más de una vez cuando, teniendo una enorme y cómoda habitación en la planta de arriba, prefería bajar con su computadora y sentarse en el sofá de al lado del que yo me encontraba. Pequeñas acciones evidenciaban que, incluso alguien tan duro como él, buscaba una escapatoria de aquel vacío sentimiento.
Aun así, en el momento que trataba de acercarme, me alejaba sin dudarlo, y volvía a la realidad que él mismo había creado. No lograba entenderlo del todo, aun después de tanto tiempo. También me sorprendió cuando durante aquellas dos fechas seguidas, 25 de diciembre, extrañaba con nostalgia la melodía de su piano, el cual era lo único que sus ojos miraban con admiración, y que tocaba con calidez para ese día. Era el único momento de año en donde realmente me sentía un poco más cercana a Taehyung sin ser apartada con indiferencia. Nunca comprendí el motivo de porque en esa fecha lucia como una persona distinta por un muy corto tiempo. Una persona amable y cálida, que parecía tener un sueño distinto al que despertaba cada mañana.
No estaba enamorada de él, ni nada que involucrara ese tipo de sentimientos, pero si me había acostumbrado a su silenciosa presencia. Y tuve que admitírmelo.
Dos años después, finalmente en aquel lugar que había llamado casa los últimos años, parecía haber cambiado mucho a excepción de algunos insignificantes detalles, pero en él... en Taehyung había algo completamente distinto. Se había convertido en todo un hombre firme, aún más atractivo e imponente, pero también más tajante al tomar decisiones, hasta ese momento comprendí que ambos habíamos sido muy heridos por otros, y este fue el resultado final de aquello, algo mejor de lo que pudo haber resultado.
Inesperadamente el nuevo Kim Taehyung mantenía su actitud distante, pero había dejado de ser indiferente conmigo, lo que me llevó a dejar de serlo con él. De alguna manera, nuestras personalidades no encontraron mayor complicación para entenderse. Poco a poco las palabras fueron aumentando, así como las acciones, y aunque los dos éramos cautelosos en no involucrarnos demasiado, no había manera de que supiéramos que inconscientemente se estaba creando una conexión que nos arrastraría a situaciones abrumadoras y difíciles, esas que no esperábamos, conociendo matices nuevos e imprevistos del otro, matices que nos dejaban completamente fuera de nuestra base.
Pero aun así...
Continuará...
ESTÁS LEYENDO
Última Melodia De Invierno | Kim Taehyung | +18 | Pausado Temporalmente
FanfictionConstruimos una coraza para protegernos de aquel mundo que tanto nos había golpeado, en diferentes situaciones, pero con el mismo dolor. Cuando llegue a tú familia, solo siendo una niña, marcaste la línea de indiferencia y nunca recibí más que eso...