Construimos una coraza para protegernos de aquel mundo que tanto nos había golpeado, en diferentes situaciones, pero con el mismo dolor. Cuando llegue a tú familia, solo siendo una niña, marcaste la línea de indiferencia y nunca recibí más que eso...
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A la madrugada siguiente, Taehyung y yo, nos comenzamos a alistar para dirigirnos escoltados nuevamente a Seúl, en donde las cosas apartir de hoy serían demasiado complicadas, según lo que había escuchado comentar a varias personas de alrededor, y según lo que había vívido los últimos años en esa familia, entendía a la perfección qué para Taehyung sería más que un infierno, ya que ser el sucesor de un líder tan firme e importante, como lo fue He-yuk, no era algo de lo que sus socios más confiables se adptarian tan fácilmente, porque si algo podía reconocer de ese imbécil inhumano, es que en vida fue todo un estratega calculador, qué sabía cómo manejar a la perfección su negocio.
Sabía que Taehyung tenía el potencial, ya que había visto de cerca su preparación, pero ¿Estaba realmente preparado para esta gran responsabilidad? No lo sabía...
Por otro lado, ahora solo seríamos él y yo. Ya no había nadie más en nuestra disfunciónal familia, y peor aún, ni siquiera teníamos una buena relación. La muerte de la Señorita Kim Hyo-ri era bastante desalentadora, ya que una vez más, me había quedado sin una figura familiar que se comportará decente conmigo, una vez más ese conocido sentimiento de soledad qué vivía día a día en el orfanato volvía a mi como un viejo amigo al qué ya estaba acostumbrada, no obstante, no podía evitar dirigir mis pensamientos a Taehyung, quien siempre había tenido todo, malo o bueno, entre eso a sus padres y hermana, y ahora, había quedado completamente solo, con una abismal responsabilidad encima de sus hombros.
¿Como se sentía?
¿Que pasaba por su mente ahora mismo con respecto a la muerte de su madre, quien era que más tenía su aprecio?
Bueno, lo mejor era no averiguarlo, ya que solo por que haya sido ligeramente amable conmigo ayer, no quería decir que podía tomar libertades con él. Era cuestión de tiempo para que regresará a ser el tirano conmigo de siempre, lo sabia, y no sabía que sentir con respecto a eso.
<<Como sea, debo ir a dejar flores a la tumba de La Señorita Kim Hyo-ri. Que pese a su extraña personalidad, y obsesión con hacerme igual como su difunta hija, siempre fue una buena persona conmigo>>
