PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA KAMARI
𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒 | ❝ Describe aquellas relaciones en las que se establece una conexión especial con la otra persona ❞
𝘼𝙞𝙨𝙝𝙖 𝙈𝙘𝘾𝙖𝙡𝙡 es la hermana melliza de Scott, hija de Melissa y Rafael McCall. Aish...
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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐂𝐄 (El reencuentro llevó al sexoooooo)
Scott y Stiles fueron directo al bosque, según el segundo es para ayudar a su mejor amigo ante el rompimiento con la pelinegra y el chico con lunares aprovechó que solo se encontraban ellos dos solos, Aisha estaba en el departamento del pecoso poniéndose al día.
- Entonces, tienes el gen licántropo por ambos lados y tu mamá es la beta de tu padre, -recapituló la morena tomando de su café- pero literalmente le dijiste a tus padres que jodan para volver aquí y dejar a tu hermano menor para ser el futuro alfa, ¿correcto?
- Correcto. Era mucho estrés para este hombre lobo sexy
- No negaré que si eres sexy -se puso de pie dejando la taza en el fregadero- Ahora que me acuerdo. Cuando te conocí sudabas, estabas muy alterado
- De hecho, me sorprende que no quedarás embarazada -comentó con la mirada perdida cerca de la chica-
- Porque siempre cargo con pastillas, algunos idiotas como tú se les olvida el condón
Alexis le subió su blusa empezando a recorrer su abdomen con besos húmedos, ella revolvía su cabello disfrutando de cada caricia hecha por sus manos alrededor de sus muslos - ¿Esto haría un idiota, darling?
- Tal vez -susurró contra sus labios cuando se levantó. Aisha empujó levemente su pecho logrando que se recargara en el borde del taburete- Yo también te extrañé
La morena ni siquiera dudó otro segundo más quitando su corpiño dejando sus pechos al aire libre, bajo la atenta mirada del pecoso, desabrochó su pantalón quitándoselo como su coleta característica antes de ir hacía él uniendo sus labios en un pasional beso lleno de lujuria predominante en sus sistemas.
Las manos de Alexis acariciaban su cuerpo, de los hombros hasta llegar a su cadera apretando su piel sin importar dejar marca o no, Aisha comenzó a subir su playera terminando de ser anulada por él. Saboreo la piel expuesta antes de llegar a los pechos de la joven volviéndola loca, volviendo a unir sus labios él rompió sus bragas logrando que soltara una queja.
- Eran las únicas que tenía de encaje
- Te compraré las que deseas después -susurró bajando sus besos a sus senos-
Sus manos fueron bajando lentamente a las partes bajas de Aisha haciendo que el cuerpo de ella se estremeciera al sentir su respiración cálida frente a su zona íntima volviéndola loca. Alexis no perdió el tiempo sonriendo levemente antes de volver a saborearla recordando su dulce sabor.
Ella inclinó su cabeza hacia atrás sosteniéndose con firmeza en el borde de la mesa cuando sintió la lengua del pecoso hacer su función, las manos de él apretaban sus muslos separándolos para tener mayor acceso. Los dedos de Aisha se enredaron contra las mechas de Alexis estirándolos cada vez que su excitación aumentaba, sus piernas temblaban al excelente ritmo por el que iba el hombre lobo.
