𝟎𝟕

5.5K 556 29
                                    

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄

Con gran esfuerzo y motivación, la chica McCall llevó caminando a su hermano a la veterinaria cuando ella y su hermano se dieron cuenta del tiempo que estaba llevando el moreno para sanar, a pesar de eso, Scott le ayudaba en mantener su peso en sí mismo.

Ellos entraban revisando la herida del chico sin comprender la razón lógica de tardar en sanar.

— ¿Por qué no te curas? -le preguntó su hermana-

— Porque es de un alfa -respondió Deaton asustándolos-

Al estar concentrados en la herida de Scott, no se habían percatado de la presencia del mayor, al momento que levantaron su mirada notaron un cuerpo sobre la mesa metálica, el cuerpo de aquel fallecido hombre tenía marcas profundas y gruesas a través de su torso a pecho.

— Eso no pensaba ver en una clínica veterinaria... -murmuró Aisha-

— Creo que ya es hora de que hablemos -dijo el doctor mirando con detenimiento a los hermanos-

La morena sentía de forma apenas perceptible el dolor de su hermano, cuando él se quejó de nuevo al mismo tiempo que Deaton buscaba cosas por el lugar para ayudar al beta.

— Volverán, así que no tenemos mucho tiempo -volvió a hablar el mayor de forma apresurada mientras vertía el líquido de una botella en algodón-

— ¿Qué es eso? -preguntó Scott un poco desconfiado-

— Es alcohol. Para que no se te infecte -aclaró de forma obvia-

Ante la afirmación de Scott, Deaton limpió su herida escuchando los quejidos del chico sin pasar por alto las muecas de Aisha desde una esquina del lugar.

— Aisha, ven aquí, por favor -pide amablemente sin verla, ella lo hace- Tú herida está casi curada, pero necesito que no te separes de tu hermana hasta que sane por completo

— ¿Solo me quedo aquí parada? -cuestionó sin comprender-

El mayor asintió — Pronto lo sabrán

Por instinto, Scott recargó su cabeza en el hombro de su hermana comenzando a respirar con tranquilidad y Aisha le acarició su cabello con preocupación por lo que no saben todavía del mundo sobrenatural.

— ¿Cómo es que...? -la pregunta de la chica quedó en el aire al ya no ver herida alguna-

— Lo ayudaste a sanar. Algo como esto es raro, pero ella es de las pocas personas que nacen con ese don

— ¿Cómo sabes de esto? Mejor aún, ¿cómo sabes de todo esto? -hizo énfasis en todo el moreno-

Deaton cortó pedazos pequeños de cinta para mantener la herida de la chica libre de infecciones exteriores tras limpiarla, por el ardor sujetó la mano de su hermano.

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒 | Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora