𝟏𝟎

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐈𝐄𝐙

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐈𝐄𝐙

— Vi cosas peores -fue lo primero que dijo Scott. Aisha lo miró con una mueca llena de confusión mientras que Stiles soltaba un sonido con la misma emoción-

— ¿Dónde viste algo peor?

La morena se quejó por lo bajo al escuchar casi cerca suyo el silbato del entrenador. Todos lo veían esperando a que dijera algo.

— Escuchen. La reunión se postergó para mañana. Este es el motel más cercano con más disponibilidad y menos buen criterio a la hora de aceptar a unos degenerados como ustedes -explicó el entrenador- Formen parejas. Elijan bien

Isaac se posicionó detrás de la morena dejando su brazo alrededor de los hombros de la chica. Ambos se sonrieron hasta que dos manos sujetaron sus brazos alejándola del rubio y ser abrazada por los pertenecientes de aquellas manos de forma posesiva.

— Tú vas a dormir con nosotros -sentencia Scott-

— La verdad no me apetece escuchar tus ronquidos esta noche

— ¿Qué tiene de malo que duerma conmigo? Las habitaciones son para dos personas -dice Isaac-

— Ella estará con nosotros. Puede dormir con quien quiera porque ya lo hemos hecho desde niños -afirma Stiles, agarrando una llave sin soltar a su amiga-

— ¿No gustas ir con Alexis para perder de una vez por todas tu virginidad? -refutó Aisha, señalando con la cabeza al pecoso-

Stiles, con los ojos entrecerrados habló — Estarás con nosotros y punto -así ambos la arrastraron hacia la que sería su habitación-

— Y no quiero que realicen perversiones sexuales, depravados. ¿Entendido? ¡Guárdense esas manitas sucias! -grita el entrenador con fuerza y severidad-

La morena veía lo que podía del Motel con miedo. Sentía un presentimiento que le decía que nada bueno saldría de ello.

●○●

Salió del baño con la ropa improvisada que se hizo para dormir, que consistía en una camiseta de Stiles y sus calzoncillos al estilo bóxer. Aisha solo se había lavado el cabello porque las toallas que había en el lugar apestaban a tabaco.

El trio de oro se quedó viendo a las dos camas en la habitación, los dos varones se sentaron dejándose caer sobre el colchón e iniciar con eso una conversación. Ella se dejó caer en la cama de su hermano formando una T con sus cuerpos recostados.

— Bien. Tengo cuatro -suelta Stiles-

— ¿Cuatro? ¿Cuatro sospechosos? -preguntó Scott-

— Sí, primero eran 10. Bueno, técnicamente nueve. Conté dos veces a Derek ante la pronunciación de su nombre, la chica empezó a jugar con su cabello-

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒 | Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora