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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐂𝐄

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐎𝐂𝐄

— ¿Viniendo un sábado? Eso es dedicación -pregunta "Stiles" ingresando al salón de Historia observando al profesor Yukimura en lo que tiraba cada libro de una estantería- ¿Dónde los está escondiendo?

— Lo siento, no sé de lo que estás hablando

"Aisha" apareció por la puerta quedando a pocos pasos del hombre — Sus pequeños cuchillos. Dagas. Diferentes sinónimos para las representaciones físicas de sus colas

— Sin embargo, esas malditas funcionan -el espíritu japones se fue acercando, dando a entender para el hombre que no había escapatoria-

— Tal vez les gustaría hacer algunas lecturas sobre ello. Puedo acompañarlos a la sección de mitología japonesa en la biblioteca

— No. No, me gustaría hablar con usted -Aisha se acerca al pizarrón detrás del hombre empezando a dibujar con la tiza blanca dejando que Stiles hable todo lo que quiera para darles tiempo- Cuanto más antigua es la cola, más fuerte es el Oni. ¿Tengo razón? Sé que queda una. Sé que es la más fuerte

— Desafortunadamente, no sé a lo que te estás refiriendo

— Hablarás -levanta el libro que con anterioridad el Sr. Yukimura había dejado encima para matar a una mosca, aquel animal salió volando en dirección a su boca con la voz de la morena de fondo-

— Siempre hablan

Stiles levanta la mirada para ver lo que realizó su cómplice pasando de largo al hombre que pedía por ayuda ante el ahogamiento que sufría con la mosca.

— ¿En serio? ¿Tenías que dibujar tu estúpido símbolo?

Ella lo mira con una ceja levantada — Siempre me olvidan en las historias. Esta vez nadie omitirá que por mí estás aquí, que Noshiko me suplicó por para que el Nogitsune nunca saliera del Nemeton

— Y la engañaste porque estoy aquí, contigo

Ella se dirige a la puerta con una sonrisa ladeada — Soy mejor en los juegos que tú

─┉┈◈◉◈┈┉─

Jordan Parrish, el nuevo oficial de policía les devolvía sus pertenencias tanto a Chris Argent como a Derek Hale tras ser liberados por comprobar que ellos no asesinaron al yakuza.

— Lo siento, pero no puedo dejar que se vaya con esto -extiende la barra eléctrica perteneciente al cazador- Está muy por encima del límite legal de voltaje

— Solo lo uso para cazar

Al pronunciar la última palabra, Derek levantó la mirada con seriedad a la dirección de Chris y verle tener esas letras en su rostro de: "Pues es la verdad, en parte". Algo que Derek solo veía sin diversión alguna porque era obvio que la caza, como decía el hombre a su lado, se trataba de hombres lobo.

𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒 | Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora