PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA KAMARI
𝐒𝐎𝐔𝐋𝐌𝐀𝐓𝐄𝐒 | ❝ Describe aquellas relaciones en las que se establece una conexión especial con la otra persona ❞
𝘼𝙞𝙨𝙝𝙖 𝙈𝙘𝘾𝙖𝙡𝙡 es la hermana melliza de Scott, hija de Melissa y Rafael McCall. Aish...
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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐄𝐈𝐒
— Entonces, ¿la mataste? -preguntó Stiles una vez que entró con los hermanos McCall a la escuela-
— No lo sé. -abrazó a su hermana por los hombros- solo desperté. Sudaba como loco y no podía respirar. Jamás había tenido un sueño como ese
— ¿En serio? Yo sí. Bueno, pero termina diferente -dice el pecoso, la morena relamió sus labios al comprender a lo que se refería-
Scott les había narrado la pesadilla que tuve la noche anterior con la pelinegra, antes de que tuvieran algún inicio con el coito, se vio interrumpido por la transformación de él a hombre lobo atacándola, literalmente en matarla.
— A: jamás he tenido un sueño que fuera tan real y B: nunca más vuelvas a contarnos sobre ti en la cama -Aisha asintió de acuerdo con él-
— Anotado. Déjame adivinar -comenzó a decir-
— No, ya sé que dirás porque puede ser lo mismo que Aisha este penando. Todo esto tiene que ver con que mañana saldré con Allison, que puedo perder el control y la mataré
La chica le restó importancia soltando un sonido de su boca — Claro que no, a menos que tus hormonas se vuelvan locas y saquen al lobo calenturiento dentro de ti -su hermano le da una mirada seria- Solo digo que puede llegar a suceder. Los animales tienen su celo y contando que eres mitad uno...
— ¿Celo? No tengo celos como para enfadarme de esa magnitud -replicó él-
— Ay, hermanito. Eres un bebé inocente
— Oye, vas a estar bien, ¿sí? -el pecoso intentó ser positivo- Personalmente creo que estas manejando muy bien la situación. ¿Sabes? No existe una clase de licantropía para principiantes
— No hay clases, pero un maestro si -el moreno evitaba la mirada seria de su hermana, quien negaba repetidas veces-
— No, no, absolutamente no. Me niego a aceptar que él te enseñe
— ¡Concuerdo con Aisha! -comentó. Stiles le dio un golpe a su mejor amigo en su nuca molesto- ¿Olvidas la parte de que lo enviamos a prisión?
— Por matar a su hermana -recordó la chica-
— Lo sé, pero perseguirla, llevarla al autobús, se sintió muy real
— ¿Qué tan real? -preguntaron a la vez-
— Como si hubiera pasado
Los dos hombres abrieron las puertas en dirección al patio de la escuela en donde vieron a varios policías como forenses alrededor de un autobús cubierto de sangre, rasguños y con la puerta trasera quebrada, la imagen dejó a los hermanos con la boca abierta sin creerlo.
— Creo que si fue real -dijo el pecoso mirando directamente el autobús-
— Podría ser una enorme coincidencia -intentó Aisha calmar a Scott-
