𝐀𝐋𝐐𝐔𝐈𝐋𝐄𝐑 𝐃𝐄 𝐏𝐀𝐑𝐄𝐉𝐀𝐒

Capítulo 5

Como lo buena empleada que había sido últimamente para merecer un premio a la excelencia de parte de mi jefa que, por cierto, se acuesta con mi ex, había terminado de responder emails desde temprano y corregir la presentación que Wilkkings insistentemente me obligó a cambiar por temas "legales" de la marca y cuestiones "éticas" sobre los animales procesados en nuestros productos no veganos.

Ahora tenía tiempo de sobra para mi plan, si es que así podía llamársele al desesperado intento de conseguir a alguien decente que quisiera acompañarme a la inauguración del viernes para no quedar en ridículo en frente de mi ex y su novia super caliente.

Lilah
¿Encontraste algo bueno?

Tenía abierto WhatsApp en la computadora para que ni Wilkkings, ni ninguno de mis compañeros de oficina descubriera que en mi "tiempo libre" chateaba en el teléfono con mis amigos en vez de "hacer mi trabajo".

Charlie
No, nada bueno todavía.

Lilah
¿Instagram tampoco?

Charlie
Los únicos conocidos que tengo en esa aplicación o bien son ustedes.
O viven en otro país.
O tienen pareja.
O son mi madre.

Lilah
Perfecto, descartemos Instagram.
¿Facebook?

Charlie
¿Qué te hace pensar que mi Facebook será mejor que mi Instagram?

Lilah
Cierto, lo siento.
¿Qué tal...?

Charlie
No me dejes en suspensivos en WhatsApp, Lilah.

Lilah
Aguarda, voy a enviarte un link.

Charlie
¿Link?
¿Qué carajos?

Lilah me envió un sospechoso link en donde siquiera pude reconocer de qué se trataba ya que eran puras letras y números sin sentido.

Lo abrí.

Charlie
¿Bromeas conmigo?
Es un maldito gif de un perrito.

Lilah
Oh mierda.
Me confundí de link.
Eso me lo mando Jack hoy en la mañana, ¿no es adorable?

Charlie
Lilah, mi orgullo está en juego.

Lilah
YA, ESPERA.

Entonces me envió el verdadero link que quiso enviar desde un principio. Me llevó tal sorpresa que incluso casi me caigo de la silla.

—Beckam, ¿qué haces? —Wilkkings volvía al acecho.

Inmediatamente cambié la pestaña a la siguiente pantalla donde se encontraba el safari con los emails abiertos.

—Creí ver una araña —al ver el espanto en su rostro supe que fue una mala idea ir por la opción de la araña—, solo era un pin...

—Gracias al cielo —llevó su mano hacia su pecho, como si de verdad se hubiese agitado de la desesperación en menos de dos segundos—. Llego a encontrarme una de esas peludas y puedo llegar a desmayarme.

Ya sabía lo que pondría en su próxima tasa de café.

Cuando vi que regresó a su cubículo, cambié nuevamente de pestaña y me decidí por abrir el link que Lilah me envió por segunda vez. Ese link me llevó a una nueva pestaña donde me encontré con el horror reflejado en el brillo de mis ojos.

¿Qué?

¡¿QUÉ?!

Charlie
Dime que es una puta broma.