La cena de inauguración había tenido un resultado mucho mejor de lo que yo podría haber esperado de una cena de inauguración de nuestra empresa.
Una velada en donde nos la pasamos oyendo los absurdos pero interminables comentarios de Wikkings acerca de cualquier tema que pudiese rellenar un silencio en nuestra mesa. Las interrupciones del personal que jamás había visto en mi vida en los años que llevaba trabajando allí, a quienes evidentemente les habían ofrecido una considerada suma por lo aplicados que se los veía con las copas de champaña. Y, lo que considero que fue el mayor éxito de la noche, los celos de Dylan cada vez que me veía regalarle una sonrisa a Nate, y claro, sin olvidarnos de la conmoción de Julia que no borraría jamás de mis recuerdos.
Convertiría las impresiones de aquella noche en mi barrera de autodefensa emocional cada vez que los viera a ambos en el edificio.
Para cuando recibí el bendito premio que resultó ser tan real como nuestra invitación, le propuse a Nate huir en cuanto tuviésemos la oportunidad, o mejor dicho, antes de que Wilkes... Wilkkings llamase al resto de su armamento para sacarse fotografías con lo que se suponía que había sido mi esfuerzo durante el pasado mes.
—Perdona que te haya hecho pasar la peor noche de tu vida —le dije a Nate mientras cada uno aguardaba fuera su propio auto—, tenía que sacarte de ahí antes de que Wilkkings te obligara a darle tu número. No querrás recibir mensajes de texto que empiecen con "querido Nathaniel: espero que tu tarde te esté resultando agradable...".
—Charlie —interrumpió antes de que prosiguiera con lo que podría llegar a ser un texto bastante extenso—. No lo fue.
Se veía tan guapo en traje viéndome tan carismático como despreocupado con esa pacífica tranquilidad en sus ojos esmeralda que no fui capaz de recuperar la movilidad de mi lengua dentro de mi boca.
—De hecho, me divertí bastante —agregó al verme congelada.
—Bueno, había resultado bastante creíble con ese "no lo fue", pero creo que ya te estás excediendo.
Nate sonrió y era increíble cómo podía con un solo gesto donde desde el primer momento de la noche había descubierto unos hoyuelos en sus mejillas, incrementar su atractivo.
—Hablo en serio —insistió—, fue una noche intensa, no lo voy a negar, pero muy placentera teniéndote a ti al lado.
Lo que en realidad quería decir con esa frase, y de eso si que estaba segura, era algo más cercano a "teniéndote a ti a mi lado haciendo comentarios bastante cuestionables sobre todo lo que decía Wilkkings" o "teniéndote a ti a mi lado platicándome acerca del chupa sangre que es tu ex y su pareja y como te hacen la vida imposible en el trabajo a base de ironías y sarcasmo".
—Espero que no lo digas para hacerme sentir mejor y porque básicamente es tu trabajo hacerlo.
—Charlie, no quiero sonar rudo pero —no me gustaba lo que acompañaría aquello a continuación—, ¿por qué siempre esperas lo peor de los demás?
Su pregunta me dejó cuestionándome por unos segundos donde el fresco viento de la noche comenzaba a erizar mi piel descubierta.
Balbuceé por unos segundos, aún así, Nate me dio el espacio para hacerlo hasta que hallara la respuesta definitiva a tal interrogante.
—Supongo que siempre espero lo peor porque me harte de hacerme ilusiones —ni siquiera comprendía lo que estaba diciendo—, si esperas lo peor de lo peor, nunca puedes decepcionarte.
Nathaniel bajó la vista hacia el suelo de la vereda y noté que de verdad se lo estaba cuestionando.
—¿Le tienes miedo al resultado?
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𝐀𝐋𝐐𝐔𝐈𝐋𝐄𝐑 𝐃𝐄 𝐏𝐀𝐑𝐄𝐉𝐀𝐒
RomanceLas estrictas reglas de la página de alquiler de parejas son las siguientes: 1) La pareja de alquiler no debe en ninguna circunstancia revelar los datos privados sobre su persona. 2) Se prohíbe el contacto físico explícito entre la pareja de alqui...