Capítulo 6

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Pasado el horario infernal que debía cumplir en la oficina dando todo como mi persona, me encontré mucho más interesada en esperar a que llegase una respuesta a la pantalla de la laptop que ahora tenía en mi regazo, que al canal de telenovelas al que ahora me había hecho adicta al que, por el momento, no habían dado de baja en el cable.

Era cierto, mi imagen en este momento era increíblemente lamentable. Sentada de piernas cruzadas en mi sofá repleto de almohadones suficientemente innecesarios, abrazada a una manta que a duras penas lograba cubrir mi espalda, siguiéndole al hecho de que me encontraba aferrada a mi laptop fingiendo que no le prestaba atención cuando en realidad era a lo único que si le prestaba toda mi atención.

Incluso Rufus se vio celoso de que estuviese mucho más interesada en buscar mi laptop al llegar a casa que en darle de comer.

—Oye, ya te di la lata de atún completa —lo acusé notando como este mi veía de reojo desde la ventana del balcón—. Confórmate con eso.

Como si fuese capaz de entenderme un felino, este me dio la espalda y movió la cola con agresividad.

A veces podía jurar que Rufus era una reencarnación de Magnus en vida. Pero Magnus estaba vivo aún, así que el hecho de que tuviesen el mismo mal genio era simple coincidencia. 

De repente, mi laptop me envió una notificación. Mejor dicho, me envió esa notificación.

No tenía idea porqué ahora mi vida dependía de un maldito mensaje si se suponía que aquello era una cuestionable página web de la que me había estado burlando desde que a Lilah se le había ocurrido enviármela. O quizá sí lo sabía. Estaba desesperada, me había convertido en lo que más aborrecía, una adolescente caprichosa e irritable.

Nathaniel
Lamento haberte hecho esperar tanto.

Si iba a hacer esto, por lo menos iba a sacarle provecho y divertirme un poco.

Charlie
Debes tener muchos compromisos con otros clientes.
Es entendible.

Nathaniel
En este caso no es eso.
Los días de semana estoy ocupado por la mañana, suelo liberarme a la tarde.

Charlie
Anotado.

Nathaniel
Si quieres agendar una cita conmigo entre semana tendré que advertirte que no podrá ser por la mañana.
A partir de la tarde, soy todo libre.

Charlie
Todo mío querrás decir.

Nathaniel
Todo lo que gustes.

Charlie
Voy a confesar que soy nueva en todo esto.
¿Puedes orientarme un poco?

Nathaniel
Por supuesto.
Antes de empezar me gustaría aclarar una cosa.

Charlie
¿Esta página es a prueba de virus?

Tardó unos segundos en responder y no supe sí había sido porque lo había desconcertado o le había causado quizá cierta risa que lo más probable, no se atreviese a admitir.

Nathaniel
No, puedes despreocuparte en ese sentido.
Esta página no traerá ningún virus por más sospechosa que parezca.

Charlie
Así que admites que tiene un diseño bastante dudoso.

Nathaniel
No voy a mentirte.

Charlie
Eso es lo que diría un mentiroso.
Pero digamos que decido creerte.
¿Cómo sé que eres el de la foto y no un anciano pervertido de setenta años?

𝐀𝐋𝐐𝐔𝐈𝐋𝐄𝐑 𝐃𝐄 𝐏𝐀𝐑𝐄𝐉𝐀𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora