𝐭𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲 𝐬𝐢𝐱

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June, como era de costumbre, arriba a temprana hora a la preparatoria Dwight. Aquel día también era parte del programa de recorridos y asesoramiento para un futuro de estudio, en otras palabras, habría "casa abierta" en diferentes universidades durante dos semanas, pero antes, para atraer a los potenciales estudiantes, los miembros de las respectivas casas de estudios debían exponer sus ofertas para el curioso y entusiasmado alumnado de aquella privada escuela. Diversos programas, cuales iban desde la clásica literatura a deportes, enseñanza, arte, ingeniería y ciencia, todos tenían un espacio para ser sorteados en las mentes de quienes buscaban con anhelo su camino a seguir en la vida.

La pelirroja, por su parte, ya tenía muy claro en su mente donde debía ir. Columbia para estudiar negocios, esa era su ambiciosa meta y creía muy probable que lo lograse, más cuando eran sus propios profesores quienes le reforzaban la idea de su posible temprana admisión. Sin embargo, muy dentro de sí había otro deseo que ella se esmeraba en acallar; luego de reveladas las fotos de su cámara, su corazón se había hundido al realizar lo mucho que extrañaba retratar el mundo a través del lente.

Debido a su reservada e introspectiva naturaleza, la chica nunca había hecho real alboroto sobre sus pasiones, humildad, atributo el cual llegaría a serle de gran ayuda al crecer, ya que, debido a que nadie lo sabía en un principio o esperaba, ella era capaz de tomar excelentes y genuinos retratos de sus seres queridos, además de paisajes que muchos creían solo perdidos entre sus recuerdos. June era una observadora por naturaleza. Privada, muchas veces taciturna, insegura, pero de un nutrido sentido de honestidad; la chica siempre buscaba la verdad entre la gente y sus alrededores, eso era lo que efectivamente la hacía tan buena en su hobby.

El primero en notar aquel crudo talento fue Julian cuando la pelirroja tenía tan solo doce años. Los amigos, luego de una eterna y lluviosa tarde, una de las tantas en que ella se las ingeniaba para ayudar al chico a ocultar el fuerte aroma a alcohol en él, aburrida en los alrededores del gran apartamento, decidió contemplar sus fotografías recientemente reveladas al posarlas sobre la totalidad de la elegante mesa de madera en el comedor; ahí, la chica expone cada una de su colección de imágenes, algo insegura de su significado, pero, conforme por la estética, y Julian estaba completamente de acuerdo, sobre todo respecto a las fotografías capturadas por ella en donde sus hermanos, padre, él o ella misma eran protagonistas. June tenía un don para encontrar la belleza en los honestos gestos de cada persona a quien apuntara su lente. Así, desde ese entonces el moreno se había transformado en su mayor fan, siempre pidiendo ser su modelo o él mismo intentando replicar las técnicas de ella al retratarla, aunque, su capacidad para encontrar la luz perfecta era casi nula.

Y, a causa de aquella siempre orgánica comprensión por parte de su amigo, era que la pelirroja había intentado contactarle aquel jueves por la tarde luego de una más de aquellas charlas por enviados de diferentes institutos y universidades. Aparte de extrañarle, ella necesitaba, de alguna manera, hablar con Jules respecto a su naciente duda, pero, no sabía cómo abordar el tema con él, ya que, sabía que al igual que su padre, hermanos y novio, también le instigarían a seguir su pasión... Por lo mismo, a pesar de que aquella noche cuando él le llamó hubiese sido capaz de ir a su casa durante la madrugada, había decidido no hacerlo al no querer verse tentada a comentar esa encrucijada con él. June había llegado a la conclusión de que, tal vez, no era un tema que debiese tratar con alguien más que ella misma, es por esa misma razón que decide poner sobre la balanza su instinto: Iría a charlas a universidades con programas de estudios de negocios y finanzas, como también instituciones que ofrecieran cursos de arte y fotografía. No se limitaría. Aún quedaban al menos dos meses hasta el comienzo de las primeras pruebas de admisión, ergo, el tiempo de su decisión final.

―Lo que más quiero de toda esta experiencia ―comenta Nina, una popular y bastante adinerada compañera de grado de June, mientras observa embobada a muchos de los estudiantes universitarios caminar libres por el campus―, es conseguir una cita con alguno de estos bombones ―continúa mientras sacude ligeramente su platinado y largo cabello para darle volumen―. Maldita sea la decisión de la directora de enviarnos con estos uniformes.

𝑰𝒏𝒔𝒕𝒂𝒏𝒕 𝒄𝒓𝒖𝒔𝒉 |𝐉𝐮𝐥𝐢𝐚𝐧 𝐂𝐚𝐬𝐚𝐛𝐥𝐚𝐧𝐜𝐚𝐬|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora