𝖡𝗎𝗌𝖼𝖺𝗇𝖽𝗈 𝖠 𝖯𝖺𝗉𝖺́ -𝖭𝖺𝗆𝖩𝗂𝗇

Capítulo Doce.

Especial cumpleaños.

Jueves por las tarde, SeokJin y JungKook reían alegres mientras el mayor aplicaba crema facial en las mejillas enormes y sonrojadas de su hijo.
Finalmente dejó un beso en cada una y después acomodar por última vez sus cabellos y la cinta en su traje de karate, comenzó.

-Qué guapo se ve mi hijo el día de doy - halagó y JungKook desvío la mirada un poco avergonzado pero sin dejar ese aire altanero porque claramente él había sacado la vanidad de SeokJin y en cierta parte no le avergonzaba decirlo. Su padre era muy guapo, tal vez el hombre más guapo que haya conocido en toda su corta vida, ¿Entonces vergüenza de qué? ¿De decir que su padre era tan hermoso que tuvo que heredarle una parte de esa belleza para no explotar los corazones de las señoritas?

Vergüenza no era una palabra en el diccionario de JungKook y SeokJin.

Por otro lado, detrás de un padre e hijo risueños, se encontraba JiMin, adolescente que por lo regular su cambio de humor cambiaba cinco veces al día. Su mirada un poco recelosa viendo a los dos contrarios seguir murmurandose lo bellos que eran el uno del otro, o esa rara conversación de "que guapo eres" "tú eres más guapo" "claro que no, tú eres más guapo" "deja de ser tan gentil, tú eres más guapo" y siguiente a eso risitas estúpidas.

-¿De verdad que no puedo ir...?- preguntó acabando con esa burbuja de vanidad. SeokJin volteó a verlo y se acercó con JungKook siguiéndole el paso.

-No sería correcto que nos acompañarás- contestó acariciando sus rubios y peliteñidos cabellos.

-¿Por qué? JungKook recibe otra cinta rara de esas, yo tengo que estar ahí como apoyo.

-Porque si vas tú, también tiene que ir tu papá NamJoon y TaeHyung y para tú mala suerte solo hay un boleto de entrada.

Mentira, claro que era un volteó familiar y todos podían ir. La situación era que NamJoon decidió hacer una salida con los dos mayores de sus hijos para que la confianza no se rompiera por parte de ninguna, quería demostrarles a los dos que el cariño era igualitario y que no había porqué tener celos o alguna rivalidad entre ellos.

Entonces mientras SeokJin acompañaba a JungKook a su torneo, NamJoon, JiMin y TaeHyung irían a un partido de hockey para pasar el rato juntos. Y JiMin sabía eso, sabía que tenía que convivir con la única persona con la que no podía hacerlo, y su garganta ardía porque en su mente de adolescente y su ansiedad aún no descubierta, pero existente, le hacían ver uno de los mil escenarios donde él sería el abandonado en esa salida.

JiMin estaba muy equivocado.

-Además dijiste que el karate era para tontos- esta vez continúo JungKook cruzandose de brazos-. Entonces no te invito.

JiMin agrandó sus ojos indignado y ofendido, y JungKook simplemente se encogió de hombros sin importarle las dagas imaginarias que se clavaban en su pecho.

-Ni Judas se atrevió a tanto...- murmuró antes de escuchar a NamJoon llegar por detrás, acompañado de TaeHyung.

-¿Ya están listos?- preguntó el moreno y SeokJin asintió y está vez se dirigió al menor de todos-. Mucha suerte en tu torneo Kook, estoy seguro que conseguirás esa cinta y para festejar iremos a cenar lo que quieras ¿Qué te parece?

Los ojos del menor brillaron y después de una despedida rápida y entre todos se dirigieron a lo que iba ser su destino.

El auto por parte de NamJoon era muy silencioso a comparación de la camioneta de SeokJin quien cantaba canciones de chicas a todo pulmón junto a JungKook. TaeHyung y JiMin en los asientos traseros, a veces se volteaban a ver; JiMin torcía los ojos con fastidio y TaeHyung sólo desviaba la mirada con nerviosismo.