7. Amigo Estelar.

358 66 96
                                    

**De regreso en el presente de JK**

Narra JK.

— Ah... Hola papi ¿cómo estás? —la zalamería con interés de por medio no era una muestra de afecto ¿o sí? Titubee sonriendo como un idiota.

Ignorando completamente el hecho de que mi papá hacía sólo un par de horas me había dejado hablando solo en mi casa, y que literalmente pidió que "me jodiera", me senté en el sofá y lo llamé usando mi comunicador. ¿La razón? No, no pretendía hacer las paces, disculparme ni dar explicaciones. Ya saben; aún temía que el Schwarze Mann amenazara con asesinar a mis seres queridos si se enteraba que los tenía. Yo sólo...

— ¿Qué me importa cómo estás? —espeté sardónico ante su silencio. No podía dejar que me afectara, aunque lo hacía— Quiero llevar a mis mascotas de paseo por la Gran Muralla China, pero el portal está bloqueado.

Colgó. Y me dolió; realmente estaba molesto conmigo. Mi mandíbula se tensó un momento para no temblar, cuando el portal a pocos metros se encendió. Él sí me escuchó, podía aliviarme un poco. Aunque, «¿No vas a pedir que reabra la transmisión ni nada?», dudé confuso. Ignorarme le estaba resultando mejor que cualquiera de sus técnicas previas para recuperarme, me estaba tambaleando tan inseguro que... de no haber contado con un "nuevo recurso" del cual sostenerme, no sé si hubiese aguantado el golpe.

— ¡Vamos! —alenté a Bam, a Suga que ya se había sentado en el "porta gatos" para no caminar, y a mí mismo, convenciéndome de mi propio buen humor— ¿Qué piensas de Suga? ¿No es muy flojo? —reí ante el dron mientras ajustaba al gato contra mi pecho.

Fue instantáneo, una inyección de energía en mis venas; a Vy le fascinaban los gatos al parecer, y ver a mi gordito naranja dispuesto a pasear con nosotros era adorable.

— Ya... te gustan los gatos ¿Y el perro? También... A mí me encantan los animales de todo tipo. ¿Donde vives hay animales? Oh... ¿No? ¡Ah! No puede ser, qué lástima —¿Cómo que no tenían animales? Eso era triste— ¿Cómo es tu mundo y tu especie?

Me iba a explotar el cerebro recibiendo información; mi pregunta fue demasiado abierta y, razoné, si a mi mente sólo llegaban sus pensamientos, sin palabras específicas, necesitaba exponer dudas precisas y claras para entender sus respuestas. O, mejor; limitarme a hablar y mostrarle mi mundo... Pero eso no sería divertido ¡Yo quería saber más de los alienígenas! Ser secuestrado sonaba interesante.

— Que ¡¿Qué?! ¿Cómo que eres humano? —A punto de atravesar el portal, me detuve perplejo— ¿Ah...? ¿No eres humano...? —Confuso por lo que trataba de hacerme entender, atravesé el portal pasando de las once de la mañana a las seis de la tarde. Estaba en China, casi del otro lado del mundo.

En lo que yo seguía tratando de procesar la incierta información, esta de pronto se perdió; la atención de Vy voló con el paisaje. No podía culparlo, estábamos en lo alto de una de las torres, desde donde mejor se apreciaban los montes boscosos rozados por el sol de la tarde, y la ondulante línea de la Gran Muralla surcándolos de arriba a abajo hasta el horizonte ¡Una de las maravillas de la humanidad! Yo también debía detenerme a apreciarla, claro; si no acostumbrara entrenar corriendo en ella y...

—¡Oye! Ponme atención —alegué ofuscado— ¡Concéntrate! ¿Cómo es eso de que eres humano, pero no humano?... Ah... —el regaño funcionó, Vy dejó de pensar en el paisaje para volver al tema— Oh ¡Oh! ¿El futuro? —mis ojos brillaron de emoción; eso sí que era interesante— ¡Eres del futuro! La evolución del ser humano ¡Waaaaa!

Boquiabierto, sonriente, estreché las mejillas de Suga ¿A quién podía contarle la increíble noticia? ¡Estaba haciendo contacto con un humano del futuro! O como fuera que se llamara la especie en ese tiempo. «Me han elegido a mí, obviamente por mi intelecto superior», alardee ¿Qué importante mensaje tendrían para el pasado y por qué era yo el adecuado para difundirlo? O «quizá es un importante secreto y me den una misión», quedé boquiabierto entre especulaciones. ¡Merecía ser llamado el mayor científico del presente por mi descubrimiento! Alardear ante toda la humanidad... Claro, si alguien me creyera... Aterrizando a la realidad concluí que sería mejor ni mencionarlo ,o me iban a encerrar en el psiquiátrico.

ÜbermenschDonde viven las historias. Descúbrelo ahora