15. León Blanco.

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— ¡Loretta! —Luke llamó y la aludida se irguió boquiabierta, emocionada al reconocer su voz.

Tarde. JK parecía un gato rociado con agua, retraído junto al traidor de su padre que acababa de aventarlo a la boca de los lobos. Loretta, hija y casi clon de Yunki, avanzó dand saltitos alegres hasta ellos, extendiendo una sonrisa diabólica en sus labios pintados de rojo. Vestía un elegante vestido con corset, negro y corto como su cabello, terminado en encaje con diseño de telarañas en la parte baja. La flamante gótica hablaba fuerte, prendada de su vaso de wisky cuando la reunión acababa de comenzar... Era difícil saber si alguien con una personalidad errática y explosiva como la suya ya estaba ebria, mas por su coqueto andar, acomodándose el cabello en perfecto equilibrio a pesar de sus altos tacones, «está jodidamente sobria». JK se lamentó, tratar con una borracha era más fácil que con la lengua ágil y ácida de "esa víbora".

— ¡Holaaa~! —fija en su presa, ella chilló fuerte para llamar la atención de todos— ¡Jeiii Keiiii! conejitu~ ¡Viniste! Y ¡Ooh~! ¡Te ves tan guapo~! ¡Salúdame! —exigió propinándole una sonora nalgada que causó risas, robándole luego un brusco abrazo con su brazo libre para besar su mejilla pintándola de carmín.

¿Esta loca otra vez? —Vy expresó su fastidio, los celos brotaban de sus entrañas haciéndole olvidar sus objetivos— ¡Está demasiado cerca! JK, contrólala, que te suelte ¡Muévete al menos! ¡Reacciona, tarado!

— Agh, Loretta, no me... —JK la detuvo a punto de que besara su otra mejilla.

— ¡Ay no! ¿Qué le pasó a tu carita de bebé? Parece que te golpearon con un fierro caliente —lamentó la chica en un exagerado puchero, hablándole como si de un niñito se tratara. Estaba tentada a tocar la quemadura. Al menos, al fin bajaba la voz— Oh~ Travieso~ —murmuró cómplice, prendada de su hombro—. Oye, conejitu, ten cuidado con cuánto calientas el dildo o te harás daño.

— Loretta —Luke la sermoneó con la mirada, apartándola un poco— Es muy temprano para esas bromas.

— Cierto —asintió la dama antes de beber todo su whisky sin respiro— ¡Agh! Rico. Oye, conejitu, que bueno que viniste; el tío Jin tiene vodka de medio siglo, de ese que te encanta, y que tienes potencial para desafiarme ¿Eh?

— No suena mal —asumió; beber hasta caer inconsciente parecía una buena opción para salir del engorroso evento—. Pero tendrá que ser más tarde, o Rebecca se va a enojar.

— Cierto, no podemos decepcionar a mi primita más linda —asintió convencida, atajando la botella que vio en una mesita de arrimo cercana. La alzó sonriendo contenta— ¡La guardo para nosotros entonces! Iré a ver si hay suficiente hielo, sino un poco de nieve ¡Uh! Sabor natural, salvajeee~.

— ¡Loretta! —otro falto de decencia gritó en la sala, caminando hacia ellos con lentitud.

— Ay, no... —JK se quería morir ¿Por qué Luke lo retenía con semejante sonrisa orgullosa? como si quisiera presumir de su hijito, a quien, ambos sabían, nadie quería realmente.

Es tu tío Yunki —Vy hacía memoria. Pésimo momento para recordarle al humano que el engorroso encuentro era disfrutado por su alien en primera fila— Lindo atuendo; cuello de encaje negro, detalles en rojo, parece un vampiro a juego con la loca esa, me encanta, pero... Ah... ¿Por qué cojea? —JK rió por la última observación, forzó seriedad al sentirse regañado— No te rías de él, pobrecito, no siento que su pierna esté viva ¡¿Pero qué?!

Efectivamente, Yunki estaba cojeando más de lo habitual. «¿Cómo te explico que esa es una prótesis artificial y no una pierna de verdad? Supongo que en el futuro existirá la regeneración corporal», alcanzó a pensar, cuando su tío llegó hasta ellos con radiante humor. «Este maldito bocón ¡Por tu culpa nos quitaron las píldoras a ambos! ¡Yo estaba perfectamente con mi rutina! Nos lanzaste al...»

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