Übermensch

8. Nave Verde.

**Volvemos al futuro. La tripulación de la nave de Vy es;

Vy 🐻♂️ Línea💚

Su papá 🐻♂️ Línea💚

GiGi 🐱♂️ Línea🖤

Agust 😼♂️ Línea 🖤

Nim ♀️Línea💙

Piyo 🐤♀️Línea💛

Holly 🐿️♀️Línea❤️

**Narra Vy**

Aquel fue un increíble día, con paseos por la naturaleza, graciosas clases de cocina, lecciones de historia antigua, biología y mascotas mimadas. JK me concedió las horas más interesantes que había vivido en años... A pesar de que estuve todo el tiempo encerrado en mi habitación, en cama. Solo.

Estaba enfermo, por ello mi energía descendía (también por malgastarla contactando a un atractivo terrestre del pasado, pero no podía evitarlo; en fin, el amor), mas la radiación nuclear activada en la habitación me sanaba y recargaba, por ello llevaba semanas ahí encerrado. Lástima que los seis tripulantes de mi nave eran Evis, es decir casi como los humanos del pasado, y no soportaban la radiación; no podían hacerme compañía. «Y pobre Gigi, le toca ir a la sala de descontaminación cada vez que me trae comida», lamenté. Mi padre, en tanto, era el más frágil ante la radiación, y tras oír de la triste relación entre JK y su papá, lo extrañaba muchísimo.

Mi día comenzó a la misma hora que el de JK. Me sorprendí cuando dijo que en la Tierra vivían diferentes horas del día al mismo tiempo ¡Mi cerebro iba a estallar! y él, gran científico, disfrutó dándome una extensa charla al respecto, incluso me mostró sus modelos de la Tierra y la estrella Sol para que no me quedaran dudas.

«Latoso, pero muy tierno de tu parte».

JK alardeaba demasiado. Contradictorio pues, tan grande como su ego, resultaba ser su repentino autodesprecio ¡Ese hombre era una montaña rusa! Pensaba, hablaba y actuaba en diferentes sintonías, haciéndome creerle a su padre; JK debía tener algún grado de autismo y esquizofrenia.

Resultó ser buenísimo con los monólogos, explicando todo lo que sabía de la naturaleza, la Tierra y su trabajo. Me encantó esa faceta suya, cada palabra en su "zona de confort" era tan interesante. No obstante, cuando pregunté por sus cercanos, me entraron ganas de sostenerle la cabeza con ambas manos y gritarle un par de cosas ¡No entendió nada de lo que le quise decir! Conceptos claros sobre el afecto y las relaciones sociales, la relación entre sus acciones y estados de ánimo, cómo afectaba a los demás, incluso eso que él llamaba "angst" tenía evidente relación con su salud mental y el manejo de energías dentro de su alma. Nnecesitaba ser evaluado por un psiquiatra ¡pero se largó a reír y lo negó!

Me enfadé. Y se lo hice saber. Él mismo reconocía ser pésimo analizando sus emociones, peor con las de los demás ¡El estúpido aún así se reía! «Ay, por nuestra santa Reina, si te falta "esa zona" del cerebro ¡Pide consejo a un profesional! No tiene nada de malo». Mi mente ardió cuando quiso cambiar de tema, su ego era tan apestoso que huía de lo que no entendía, como si por ignorar la mitad de su existencia esta fuese a desaparecer.

-Ya~ no te enfades -rogó en un puchero hipócrita ¡apestoso, zalamero!- Oye, cuéntame más de cómo eres ¿Dijiste dorado y azul? Debes ser muy lindo, como un dios egipcio.

¿Lindo? «Dime algo que no sepa», ¡Ja! No iba a rendirme ni dejarme engatusar, pero... él estaba poniéndose su camiseta para dormir, una fea y desgastada. Me distraje.

-Horrorosa. Es muy fea esa camiseta; quítatela -ordené asqueado, apoyando el codo en mi almohada, con los ojos cerrados para verlo bien-. ¿No que eres un genio? Elije mejor tu ropa. Y ve con tu tío Jung el psicólogo, hombre ¡Que estás muy guapo e inteligente para desperdiciarte alucinando solo en esa casucha! Pobre de tu papá, ya entiendo por qué discute contigo, lo haces sufrir. Yo también estoy sufriendo por tu necedad, justo ahora.