Hermanos de sangre-OFICIAL (La saga del fénix, Libro 2)

Capítulo 18: Frustración.

La hermandad de los cascos blancos parte 2

-¿D....dónde estoy? - Se decía a si mismo Nero mientras abría los ojos con lentitud.

-Estas en el palacio de canterlot, y son las 10 de la mañana, del 24 de octubre, por si te interesa - dijo una voz femenina a la cual Nero reconoció.

-¿mamá? - dijo mirando al lugar de donde provenía la voz y en efecto la alicornio lavanda estaba a su lado.

-Sí, soy yo hijo - le dijo ella.

-¿Q...que paso? - dijo reincorporándose.

Twilight se quedó algo pensativa, no sabía cómo decirle lo que había acontecido - hubo un ataque a Ponyville - dijo con algo de dificultad.

En ese momento todo vino a su mente, el almuerzo con sus amigos, la llegada de los 3 ponis blancos y la paliza monumental que había recibido en menos de 5 minutos - ¿Los demás? ¡¿Dónde están?! - dijo denotando extrema preocupación.

Twilight, por su parte, le regalo a su hijo una sonrisa tranquilizadora, de las que solo una madre puede dar

- Tranquilo, ellos están bien, tú eras el que estaba en peor estado. Los médicos tuvieron que reconstruirte el estómago, el vaso, el hígado y muchos huesos. Les sorprendió mucho que sobrevivieras a tal golpe, pero eso es típico de mi fuerte caballerito - dijo acariciándole la crin como si fuera un potrillo.

-Jejejeje, es bueno saber que todos están bien - luego se recostó y miro a su alrededor donde encontró a su fénix acompañante el cual llevaba unas vendas en su pecho - ¿a Omega también lo lastimaron? - dijo con pena.

-Sí, recuerda que tú y él están ligados, si tú te lastimas el también -

-¿dijiste que estamos en canterlot? - pregunto Nero.

-Si, como el equipo médico que Ponyville no bastaba para tratar tus heridas ordené que te trasladaran aquí mediante una tele transportación - Twilight le sonríe y le acaricia de nuevo la crin - pero por ahora olvida todo y trata de dormir un poco más, lo necesitas hijo - Nero le sonrió y cerró los ojos.

-Te amo mama - dijo tomándola del casco.

-Y yo a ti mi pequeño - dijo abrasándolo y permaneciendo a su lado, sin embargo al pasar un par de horas ella se levanta con cautela de su asiento antes de dirigirse a la salida con extremo cuidado procurando no hacer ruido.

Mientras tanto en el monte olimpo.

Hera se encontraba en una gran mesa donde se encontraba un inmenso banquete, a su lado estaba su hijastra Cadence y frente a ella estaba Ulquiorra con su típica cara de poker, Cadence no paraba de mirarlo con algo de temor, no podía creer que casi mata a Nero con un simple rose y en el resto de la mesa estaban los otros 4 cascos blancos disfrutando la comida.

Hera estaba más que satisfecha con el pequeño ataque a Ponyville su objetivo era humillar a los 5 defensores, lo cual se logró con creces, la moral de las fuerzas militares equestrianos decayó enormemente y se habían registrado suicidios colectivos en manehattan y las pegasus

- Genial, Ulquiorra debo felicitarte a ti y a tus compañeros, la verdad sí que se lucieron esta vez - dijo Hera mientras daba un sorbo a una copa de vino.

-No tiene que agradecernos su divina excelencia, como machos es nuestro deber obedecer a las hembras y en especial a usted quien nos recibió en sus brazos cuando nuestros padres nos abandonaron hace 32.000 años - contesto sin ningún tipo de expresión facial ni emocional.

-Haces bien en agradecer mi benevolencia hacia ti y quienes comparten tu sangre - dijo tomando un sorbo de vino con una leve risita.

-¿y cuál será nuestro siguiente movimiento? - pregunto Ulquiorra.