Hermanos de sangre-OFICIAL (La saga del fénix, Libro 2)

Capítulo 36. El veredicto de Cadance

En los calabozos del imperio de cristal bajando por unas escaleras y acompañada por 2 compañeros más estaba una guardia alicornio.

Esta ve como sus compañeros se adelantan mientras ella se queda atrás, está se acerca a un punto donde daban unos cuantos rayos de sol dejando ver más que el brillo de sus ojos dorados, su pelaje tenía un color particular este era morado oscuro con gris claro, ella tenía un corto y despeinado cabello rojo y negro.

La yegua aclara su garganta y voltea al frente.

- hey qué tal! No los había visto, si ya se lo que están pensando, a quien tuve que chuparle los huevos para conseguir el guion original y tener de donde basarme, Bueno, no me pagan lo suficiente para dar esa información.- la yegua hace brillar su cuerno y hace aparecer un corazón.

- pero esto es para esa persona, ¿quieren saber qué pasó con Cadance?, genial yo también.-

En una de las zeldas del calabozo se escucha un balbuceo.

-Aahh, mi cabeza...- la dueña de la voz se detiene y observa su entorno.
-Dónde estoy? – se preguntó al ver donde se encontraba.

La yegua intenta moverse pero apenas da un par de pasos y cae de golpe, esto la iso voltear y ver que sus patas traseras estaban sujetas a unos grilletes culyas cadenas estaban sujetas en el suelo.

- ¿Qué cara...?.- Se dijo así misma al ver las cadenas, pero lo que más captó su atención fue que las plumas de sus alas ya no estaban, cosa que le imposibilitaba el vuelo por el momento.

Cadance rasca su cabeza un tanto confundida, pero luego un recuerdo fugas de Shining sujetándola con una cuerda pasa por su cabeza antes de que todo se volviera negra oscuridad.

-ya veo, Shinigh logro tenderme una trampa para capturarme.- al pensar en eso cadance bufa.

-qué idiota...– se dijo así misma dispuesta encender su cuerno y cargar un hechizo pero en ese momento se dio cuenta de algo...

- ¿mi cuerno? ¡MI CUERNO! – Pensó comenzando a alterarse y urgar su cabeza dándose cuenta de que su cuerno no estaba.

En eso se escuchan unos golpes en los barrotes de la Zelda seguido por una voz.

-¿confundida?.- se escucha.

Cadance volteo y vio a 3 guardias, un macho y 2 hembras, las armaduras de la pareja dejaba más que claro que eran de la guardia de cristal, sin embargo cadance se quedó viendo a la tercera, su armadura era completamente diferente, era la armadura especial de la elite de Hera, cosa imposible pues hacía más de 10 años que su ultimo elite de guardia había sido asesinado por reditum.

- ¿sabe "magestad"? cuando se fue, muchos de los esclavos nos metimos en la guardia real y todos teníamos un propósito en común, evitar que más engendros como usted envenenen la mente de nuestra querida población con sus ideas retorcidas.– dijo el macho.

Cadence miro a las 2 hembras, sobre todo a la alicornio.

- hey tu! Libera a tu princesa!.- le dijo Cadance a la alicornio.

-lo siento, no me pagan lo suficiente.- responde la alicornio con indiferencia.

La segunda yegua se paro frente a frente con cadance todo con tal de mirarla a los ojos.

-dígame "princesa" ¿recuerda a un joven terrestre de pelaje amarillo, crin negra, ojos azules, de unos 14 años y cutiemark en forma de pancarta. – preguntó la yegua viendo a cadance a los ojos, estos no reflejaban ninguna emoción fija, ni lastima, ningún rastro de rabia, seriedad que sincronizaba perfectamente con su tono de voz.