Desde hace casi 100 años abandoné a mi familia en 1918 y los hice olvidarme; era la única forma de protegerlos, pero al hacerlo los deje a la merced de Nick, creí que estaban muertos, pero me equivoque... Rompí la maldición que limitaba quien soy, ahora solo me queda recuperarlos. Pero con Nick aquí todo es confuso, espero que funcione.
-Como lo siento no quise asustarte, perdón -dije falsamente avergonzada al ver a la rubia sorprenderse del susto.
-¿Si, dime? -inquirió mirando a Nick de pies a cabeza y ladee la cabeza con ligero desagrado.
Perra.
-Pues nuestro... Auto -hablo Nick apretando mi mano y sonreí ligeramente- Se averió a unos kilómetros, hemos caminado por horas.
-Tu casa es la primera que vemos y esperábamos que nos dejaras usar tu teléfono -continúe haciéndome la tonta.
-¿Y ninguno tiene celular? -pregunto cruzándose de brazos haciendo notar sus pechos y rodee los ojos.
-Si bueno, me quede sin pila y mi esposa perdió el suyo hace poco aun no lo hemos repuesto -respondió Nick con una sonrisa encantadora y la rubia bajo los brazos con seriedad.
En momentos así mi odio por Nick baja considerablemente.
-Te juro que no somos asesinos -bromee riendo ligeramente.
-Si, solo queremos llamar a nuestra hija pequeña y a una grúa es todo -apoyo Nick con diversión y fruncí el ceño internamente.
¿Hija?
-Si por supuesto -suspiro volteando hacia la casa.
-Gracias, ¿Podemos pasar? -pregunto Nick con cierto tono lúgubre.
-No, yo les traigo el teléfono -replico de inmediato y rodé los ojos abandonando mi postura de chica débil y tonta.
-En nuestros tiempos los campiranos eran mas confiados -me burle cruzándome de brazos.
-Soy de florida, perra.
-Eso explica todo -murmuro Nick serio antes de tomarla por el cuello con fuerza-Creo que podrías ser mas amable -murmuro hipnotizándola- Ahora discúlpate con ella e invítanos a pasar.
-Lo... siento -tartamudeo ligeramente asustada y camino hacia la entrada de la casa para luego invitarnos a pasar y vimos a una morena en la cocina.
-¿Que ocurre? -pregunto mirándonos y sonreí de lado.
-Nada para alarmarse, solo buscamos a alguien -respondí tranquila mirando mis uñas.
-Dicen que Ray Sutton vive aquí -hablo Klaus serio.
-No viene aquí seguido, siempre esta de gira -replico extrañamente no tan exaltada o asustada.
-Pero supongo que visita su hogar cada mes -continuo Nick apretando el cuello de la rubia mientras dejaba salir unas llamitas de mis dedos.
-Eso pensé... -murmure al ver la duda en la morena- ¿Dónde esta?
-Si tengo que pedirlo yo será infinitamente mas doloroso -hablo sarcásticamente Nick luego de un minuto.
La morena nos miro unos segundos y suspire al saber lo que pasaría...
Ella huyo.
Obviamente...
Caminamos detrás de ella con calma al saber que Stefan la detuvo en la puerta.
-Amamos cuando huyen -murmure sarcástica acercándome a la morena con la cabeza en alto- ¿Donde? -pregunto haciendo que las venas de mi rostro brotaran y mis ojos se iluminaran de un purpura eléctrico.
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Diarios de Vampiros: La Trihibrida Original
Fiksi PenggemarDesde hace casi 100 años me he condenado a mi misma a una vida de soledad, abandone a la que fue mi familia por casi 1000 años, en 1918 y los hice olvidarme por completo pero era la única forma de protegerlos de Mikael. Llevo décadas buscando a otra...