Tú y Yo (Katie Mcgrath y Tú)

5

Estaba amaneciendo, el sol se asomaba en el orizonte. Y la luz comenzó a molestar sus ojos. Se removió acurrucada buscando calor, hasta que un gemido la hizo abrir sus ojos de golpe. Y entonces recordó.

Seguía en el hospital.
Se enderezó con pesar ahogando un gemido de dolor. Su cuerpo dolía aún más, pero hoy era el día. Se iría de ese frío y aterrador blanco lugar.

Vió el lugar con detenimiento hasta que un fuerte agarre le hizo fruncir el ceño.

Katie.

Su mano estaba entrelazada con la suya mientras la ojiverde dormía como una bebé en una posición que se notaba bastante incómoda. Estaba sentada con la cabeza contra la camilla cerca a su muslo; mientras estaba agarrada de su mano.

____ casi gritó de emoción. Debía recibir más palizas sí la mujer más hermosa del mundo la acompañaba así. Unos segundos después, luego de intentar acomodarse sin éxito (para no despertar a su acompañante), fue completamente en vano, cuando Katie se removió con un puchero, enderezándose poco a poco.

-Despertaste, ¿Cómo te sientes? -Katie preguntó con su voz ronca matutina, mientras liberaba sus manos para cubrir un bostezo-

'En el cielo'. Pensó _____, pero rápidamente se recompuso.

-Mejor -mintió- Ya quiero irme de aquí, si veo otra inyección acercándose a mis nalgas, me dará una ataque de pánico y saltaré por la ventana -le señaló a la pelinegra su vía de escape, con dramatismo-

-Katie se burló con diversión- Y yo que pensé que Oisin era dramático -comentó arreglando su cabello- Ya nos iremos. Paciencia...

-____ hizo un puchero frustrada- Dios no me dió paciencia cuando me hizo -la joven suspiró y abrió los ojos de par en par- ¿N-Nos iremos?... ¿En plural?.

-No, en gerundio -dijo Katie con sarcasmo ganando una risa de _____- Si, nos iremos, juntas. O...¿Qué pensabas? -la miro inquisidoramente- ¿Qué dejaría a mi futura cita convaleciente por sí misma?.

-____ se ahogó con la saliva, disparando a su vez el ritmo cardíaco plasmado otra vez en el molesto aparato- Hmm... t-tú me quieres internar aquí, Kashy Mcgraa -dijo la joven ganando una carcajada de la otra- Destrozaré este aparato del demonio por delatarme -comentó mirando el monitor de signos vitales-

-Oh, pero a mi me gusta -dijo la blanca mujer coqueta- Así veo cómo reaccionas a mí... -sonrió con malicia y ternura al ver a la joven con la boca como un pez, sin saber qué hacer o decir, al percatarse de su broma en doble sentido- ¿Has dejado de funcionar? -se rió-

-S-Si... digo ¡no! -gritó la ojimarrón para después reirse- Ay Dios... ya sabes mi debilidad y te aprovechas. Apuesto a que viste mi fondo de pantalla, y las demás cosas de mi teléfono -suspiró sonrojada, esquivando tímidamente la mirada juguetona de Katie- Oh mierda... -farfulló ante su error-

-¿Demás cosas? -preguntó la Irlandesa con interés- ¿Cuales?... Yo no vi nada más, pero me interesa ahora.

-____ balbuceó apenada y roja como un tomate desde el principio de su cuello hasta sus orejas- Y-Yo no es lo que crees...

-¿Y qué creo? -Katie alzó su ceja sin dejar de sonreír-

La joven se dedicó a buscar sus palabras y hacer a su cerebro funcionar. Katie la avergonzaba a propósito, y al parecer gozaba de ello. Eso le generó mucha satisfacción y vergüenza; sin embargo, vió su escape perfecto, cuando el Doctor entró a la habitación con una sonrisa.

-Buenos días -saludó el hombre de bata blanca a ambas mujeres-

-Katie le contestó el saludo al hombre, y se acercó a ____ para arroparla con las sábanas, cuando en realidad su intención era otra- La conversación aún no termina... -Katie le susurró atrevidamente contra el lóbulo de su oído-