Oh Sehun había sido enviado directamente desde el Vaticano. Su labor, servir a su dios en aquel recóndito pueblo del que el Padre Kim fuera descomulgado bajo extrañas razones que la mayoría desconocía. Sehun no era un sacerdote convencional, pero au...
El puente de Londres va a caer... que no se caiga.
(London bridge is falling down).
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Nuestro Luhan es adoptado— explicó la señora Xie, sentada en un elegante pero viejo sofá. Todo en esa casa era elegante y viejo, incluso la misma señora Xie y su esposo—. Lo trajimos del orfanato cuando tenía cinco años. Alguna persona lo abandonó a sus puertas cuando era apenas un bebé... era un niño encantador.
—¿Alguna vez supieron algo de sus familiares biológicos? —preguntó Sehun antes de dar un trago a su taza de café.
¡Era una bendición que le ofrecieran tan buen café en aquella casa!
—No, nunca. Cuando era niño decía cosas... cosas muy extrañas, padre. Solía ponernos la piel de gallina, ¿verdad, amor? —preguntó a su esposo, buscando apoyo.
—Por ejemplo esa vez que... Verá usted, padre —relató nervioso el esposo—. Íbamos en mi viejo auto a visitar a mi madre en la capital. Luhan de repente empezó a llorar y a gritar que nos detuviéramos porque no quería ver la sangre. Gritó tan alto y se revolcó tanto que me vi obligado a ahorillarme en la carretera y justo cuando lo hice, el auto de atrás derrapó y colisionó con el que venía frente a nosotros, fue un extraño accidente del que nadie sobrevivió... había mucha sangre en la calle. Estuvimos a punto de ser nosotros de no haber ocurrido que Lu... ¡Aún siento escalofríos cuando lo recuerdo!
—¡Y las cosas que decía en casa de tu madre!
—¡Eso también! Luhan solía pasarse horas observando por la ventana de una habitación del segundo piso en la casa de mi madre. Cuando ella le preguntó qué tanto le agradaba de ese lugar ya que el único paisaje era el de la ventana de una casa que en ese momento estaba en venta, deshabitada; nuestro pequeño respondió: «estoy intentando averiguar a qué hora esa señorita se cansa de estar saltando por la ventana». El punto es que la hija adolescente de los dueños se había suicidado veinte años atrás saltando por la ventana; yo era apenas un chiquillo cuando eso ocurrió, pero mi madre había visto el cadáver de su querida vecina y eso le afectó durante mucho tiempo. Dejamos de llevar a Luhan a esa casa ya que siempre que íbamos hacía a mamá enfermarse de los nervios.
—Al principio consideramos que se trataba solo de la discriminación por el hecho de que Luhan era adoptado. Yo nunca pude tener hijos y creímos que mi suegra se molestó por ello, pero luego, nosotros también empezamos a sentir temor gracias a los comentarios de Lu. Una noche lo escuché llorar muy fuerte y cuando corrí a su habitación, me dijo que un hombre lo estaba asustando. «¿Cuál hombre?», le pregunté hasta que me señaló con su dedito una esquina de su recámara. Ese lugar estaba ensombrecido gracias a la posición de su armario, así que lo iluminé con una linterna para demostrarle que no había nada ahí, que era solo una pesadilla, pero cada vez que dirigí la luz hacia ese lugar, la linterna se apagaba, como si le fallaran las baterías. Me inundó el pavor, así que esa noche llevé al niño a nuestra cama.