Oh Sehun había sido enviado directamente desde el Vaticano. Su labor, servir a su dios en aquel recóndito pueblo del que el Padre Kim fuera descomulgado bajo extrañas razones que la mayoría desconocía. Sehun no era un sacerdote convencional, pero au...
de todas las voces en mi cabeza de pollos mal nacidos (...)
Llueve, vamos, llueve sobre mí
Eso es, señor, se va de aquí
el crujido de piel de cerdo,
el polvo y los gritos (...)
el pánico, el vómito.
Dios ama a sus hijos.
(Radiohead, Paranoid Android).
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No supo cuánto tiempo estuvo aferrado a Luhan, llorando desconsolado como si fuera un niño. Tampoco estaba muy seguro del por qué de su llanto, de algún modo estar tan cerca de ese cuerpo angelical lo ponía sensible al máximo y lo rebasaba de emociones. Las pequeñas velas que había encendido alrededor, se consumieron y con ellas las alas de Luhan empezaron a retraerse hasta que el joven se desmayó entre sus brazos. Sehun lo acostó sobre la manta y con las manos temblorosas le acarició el rostro.
Luhan era tan hermoso... Luhan era tan puro.
Las lágrimas que aún se deslizaban de sus ojos despertaron al rubio cuando cayeron sobre su cara. Luhan levantó su mano para limpiar la mejilla de Sehun.
—No llores... —le pidió con voz dulce.
—¿E-estás bien? —gimoteó. El otro asintió antes de que Sehun empezara a vestirlo. Una vez preparados y en la puerta de la iglesia, Sehun besaba con fuerza las manos de Luhan.
—No quiero que te vayas solo. Es tarde, tengo mucho miedo de que algo pueda pasarte.
—Estaré bien, Sehun, debes irte antes de que Siwon te descubra.
—Luhan... averiguaré lo que está pasando. Te lo juro.
—Lo sé, lo sé —dijo tomándolo del rostro y besándolo —Nos veremos después. ¿De acuerdo? Intenta descansar antes de hablar con Siwon.
Sehun asintió, antes de que Luhan se fuera, tiró de su mano.
—Luhan, no olvides que te amo como nunca he amado a nadie.
El muchacho asintió, luego se dio la vuelta y después de unos pasos se perdió entre la oscuridad de la noche.
A primera hora del día, Sehun le dio la noticia a Siwon: ya no sería sacerdote. El cura no se lo tomó del todo bien y empezó a hacer muchas preguntas que Sehun respondía con oraciones vagas hasta que...