RELIGARE II: LuhAngel [Fanfiction EXO- HunHan]

Pluma 4

Música: "The Prestige" Scariest 

    

     —No sabía de qué se trataba, pero cuando me lo explicaron supe que aquello estaba mal. Mis padres siempre me han criado bajo las normas de la religión católica. Aunque los chicos se burlaron de mí cuando me negué a participar, acabaron por dejarme ir. Me permitieron dormir en una de las habitaciones del piso de arriba mientras ellos usaban la tabla de la ouija. Estaba un poco temeroso por dormir solo en una casa desconocida ya que no tiendo a alejarme de mi propio hogar, a excepción de esas noches en las que fui internado en un sanatorio, claro. En especial me sentía tenso por lo que sabía estaba ocurriendo allá abajo, pero me encontraba tan cansado por el viaje hasta la casa de los tíos, la comida, la reunión social... acabé quedándome dormido.  Escuché una voz llamarme: «Luhan... Luhan», creí que era mi primo. Abrí los ojos esperando verlo, en vez de ello encontré a un hombre alto y apuesto, de pie frente a mi cama. Me asusté un poco aunque pensé que se trataba de otro amigo de ZhouMi, le pregunté quién era y me sonrió. Me pidió que me acercara a él, algo en su tono de voz me ponía nervioso. Miré hacia la puerta buscando a mi primo, pero estaba cerrada. En ese momento recordé que antes de acostarme aseguré la puerta de la habitación y aún estaba así...

     >>El hombre se movió para acercarse a mí y escuché que sus pisadas no parecían normales, se oían como secos golpeteos de tacones sobre la madera. Se inclinó sobre mi oído y me pidió que le agradeciera a los chicos de abajo por permitirle salir a saludarme. Yo estaba paralizado y me inundó un fuerte olor a azufre. Cuando conseguí reaccionar, salté de la cama intentando alejarme de él. Corrí de frente buscando la ventana para asomarme a pedir ayuda, choqué contra él quien apareció de la nada. Me golpeé la nariz y miré hacia abajo porque no quería verlo a la cara, pero entonces...

     —¿Entonces? —preguntó Sehun al ver que Luhan no continuaba.

     —Los pies... los pies de ese hombre no estaban... eran pezuñas de carnero. Me sujetó de la cintura y besó mi boca, gimió mientras lo hacía —explicó sonrojándose—. Me pidió que dejara de negar que le pertenecía, dijo que yo era exquisito. Empecé a gritar como loco y luego, no supe nada más. Desperté con ZhouMi y sus amigos rodeándome, ya había salido el sol. Tenía esta cicatriz en mi labio. Cuando regresamos a casa, mi primo se disculpó, pensó que me había asustado tanto de que ellos jugaran a la ouija que me desencadenó una crisis nerviosa y que yo mismo me había lastimado. Lo cierto es que desde esa noche, las cosas que me ocurren han empeorado. No dejan de pasarme una y otra vez... ni siquiera deseo salir de aquí. Es por ello que le pedí a mi madre que me ayudara a buscar a un sacerdote, escuché que la persona que estaba antes ayudó a un chico que iba a mi universidad, Kyungsoo. Supe que le daba charlas y que le hizo bien... pensé que también usted podría hacerme bien.

     Sehun suspiró audiblemente mientras Luhan inclinaba su mirada. El sacerdote se puso de pie y caminó hasta la ventana. Desde donde estaba podía observar una paloma blanca haciendo nido en un árbol. Sintió unos inmensos deseos de fumar.