RELIGARE II: LuhAngel [Fanfiction EXO- HunHan]

Pluma 8

Spoiler es cuando dejas información de cosas que aún no se han develado, incluso si son solo pistas, por favor, no dejes spoiler en los comentarios, he tenido que borrar un montón y es muy desmotivante u.u

Tú completas mi destino,

el cielo da un paseo en mi interior.

Tú repites mi destino,

revelando quiénes somos.

Tú rellenas mi lugar (...)

Ven y sálvame.

(Kiri, Monoral).

     Sehun preparó incienso, una vela blanca, se aseguró bien de llevar su biblia y tal vez tardó un par de minutos de más en el espejo, asegurándose de que está bien peinado. Luego, marchó a casa de Luhan, donde fue recibido con palabras amables y sonrisas de agradecimiento por parte de todos. Subió hasta la habitación del joven, cerró la puerta, encendió el incienso y la vela, después Luhan se acomodó en la cama con las piernas cruzadas y Sehun sintió el impulso de aclarar que iban a recitar un par de oraciones no a hacer meditación budista pero mejor lo pasó por alto.

     —Luhan, te contaré una historia —inició sentándose en una silla frente al rubio—. Pedro, el discípulo de Jesús, tuvo una suegra que estaba muy enferma. Su familia le pidió ayuda, así que cuando Jesús la visitó, se inclinó sobre la mujer y su fiebre sanó.

     —Lucas 4: 38-39 —respondió Luhan.

     Sehun se sorprendió de ver que el muchacho reconocía el pasaje. ¿Se sabría la Biblia completa ese loco? Intentó suavizar su ceño fruncido antes de continuar.

     —Lo que quiero decir es que yo seré tu intercesor y ayudaré pidiéndole a Dios que te sane. Empecemos a orar. ¿Sabes el Padre Nuestro?

     —«Padre Nuestro, que estás en los Cielos...» —inició.

     Después de un tiempo la paloma blanca que habitaba en el jardín familiar se posó en la ventana haciendo su característico zureo, distrayendo un poco a Sehun que a duras penas logró recordar todo el Salmo 41. Había empezado a sudar y sentía su boca seca, Luhan, sin embargo, parecía en su mejor momento.

     —Vamos a terminar por hoy. ¿Cómo te sientes?

     —No hay ruidos en mi cabeza ni sombras en mis ojos. Me siento estupendo —declaró feliz.

     —Bien... ¿Sabes, Luhan...? Hay algo que he estado queriendo preguntarte... es una tontería, pero me da curiosidad —el joven asintió como instándolo a continuar—. Ese lobo negro que mencionaste la otra vez... ¿por qué me has dicho eso?