Oh Sehun había sido enviado directamente desde el Vaticano. Su labor, servir a su dios en aquel recóndito pueblo del que el Padre Kim fuera descomulgado bajo extrañas razones que la mayoría desconocía. Sehun no era un sacerdote convencional, pero au...
pero es muy claro ahora que estoy desencadenado...
El miedo está solo en nuestras mentes,
invadiéndolas todo el tiempo (...)
Tú, pobre, dulce cosa inocente,
sécate los ojos y testifica.
(Evanescence, Sweet sacrifice).
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Fuente GabbiLee
—En resumen, has actuado como un homofóbico agresor y le has hecho la vida imposible a todo el mundo, en especial a un tal Kyungsoo que prácticamente huyó del pueblo por tu culpa, y también al sacerdote que estuvo antes que yo, los que crees tenían una relación pecaminosa. Perdiste a tus amigos y además, robaste la banca de la iglesia. «Habemus confitentem reum»—exclamó Sehun al lado de Tao, ambos en la primera banca de la iglesia.
Tao limpió sus lágrimas y preguntó con tono consentido —¿Eso qué significa, padre?
—Cito a Cicerón, ignorante: «Tenemos un reo que ha confesado».
Tao lloró más.
—Ya basta, pareces un chiquillo regañado.
—Es que estoy... ese Luhan... Me siento tan... avergonzado —suspiró sin saber cómo expresarse.
—Olvidas lo importante en todo esto, Tao... ¿Cómo es que el loquito sabía lo del robo?
—No lo sé, nadie lo sabía. Estaba dejando que todo mundo sospechara que el culpable era Kyung Soo, ese fue mi plan desde que descubrí que entraba y salía del templo a su antojo. Sentí que Luhan estaba al corriente de todo, absolutamente todo de mí —explicó con escalofríos—. Por la manera en que me miraba, parecía que esculcara en mi alma. Fue horrible.
—Para tener tanto músculo eres un llorón.
—¡Yo no lloro!
—¿Me dirás ahora que tus lágrimas son gotas de sudor?
—¡Usted no lo entiende! ¡Me asusté, me sentí mal!
—Sí, sí, sí, ragazzo. Mejor dime qué venías a hacer antes de ser atacado y llorar por un chico que pesa el equivalente a un bebé con el pañal cagado.
Tao lo miró lleno de vergüenza —Vine porque mi madre envió esto —explicó extendiéndole una lista con el horario de las mujeres voluntarias que se turnaban para asear el templo.