Chicos con aroma a MUERTE©[Saga D E A D #0]

{8) Actuar más, explicar menos

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Al otro día volví a la uni junto a Anna. No tenia humor para ver a los Williams pero un plan, eso sí tenía.

Pasó toda la mañana y no pude ejecutar mi plan pero la hora del almuerzo era la perfecta.

Estábamos en el comedor, era  un lugar amplio e iluminado. La comida era bastante aceptable y los estudiantes se ponían a gritar a pesar de que los profesores lo prohibían.

—¿Ocurre algo? Apenas has hablado.—dijo Anna, preocupada.

—No pasa nada.—dije y observe como Drug se levantaba de su silla y se alejaba tras dejar la bandeja en su lugar.—Solo tengo que irme.

Me levante sin esperar respuesta de Anna y perseguí al chico con rapidez.

Los pasillos estaban con alumnos así que lo seguí sigilosamente hasta llegar a  un lugar donde estuviésemos solos.

Observe su espalda cubierta por un pulóver negro, su cabello despeinado y que aun así seguía luciendo hasta más atractivo.

Al fin pasamos por un pasillo que estaba vacío y grite:

—¡Drug!

Él me ignoro completamente como si fuese una mosca zumbando a una cierta lejanía que no le molestaba en lo más mínimo.

—¡Drug! ¡DRUG!—insistí pero era en vano.—¡Psicópata!

Él se detuvo cuando lo llame así.

Se quedo de espaldas paralizado.

—WOW. No sabía que te gustaba que te llamaran así, ya lo sé a partir de ahora.—dije sonriente.

—¿Qué quieres? ¿Por qué me llamas así? ¿No entendiste nada del mensaje?—preguntó TODO eso acercándose a mí con molestia.

—Quiero hablar contigo. Te llamo por lo que eres y si, si entendí el mensaje. Entendí que no solo eres un psicópata que se cree mejor que ese chico solo porque le dio fin a su asquerosa existencia sino que además eres un maldito bipolar que en un momento me dice que me va a besar, que si una apuesta y luego me amenaza para que me aleje.—dije, moviendo mis manos y obviamente exigiendo una explicación.

Ya sabía bien por qué mando esa nota. Quería que supiera que no podía contar nada, que ellos eran peligrosos, que eran capaces de matar. Al mismo tiempo me tenían que tenía cerca para descubrir si pretendía algo contra ellos.

Por eso debía actuar como la chica buena, normal y ofendida tras ser chantajeada por los chicos que antes se veían interesados en ella.

—No te amenazo para que te alejes.—dijo él.

—¿A no? Eso parecía. Cualquiera en su sano juicio se alejaría tras leer esa nota donde afirmas que mataste al tal Kell Forset.—contradigo.

—Solo quería advertirte que no te metas en donde no te llaman.—aclaró.—Aun estamos con la apuesta, le gustas a mi hermano pero yo debo velar por mi familia y advertirte de no pasarte de lista.

—Es increíble como hablas igual que tu hermano.—dije fingiendo que me creía su palabrería.— ¿Sabes que es lo peor? Que yo creí que eras diferente a él.

Dicho esto le di la espalda.

—¿Diferente en qué?—preguntó él.

—Pensé que no eras un bruto, un animal como él.—aclare metida en el papel de chica rota.—Son unos psicópatas.

Me volví a dar la vuelta y esta vez él me agarro del brazo deteniéndome.

—Sarah.—pronunció. Odiaba que no supiera mi nombre, quería saber cómo sería escucharlo pronunciar mi nombre verdadero.—Te prometo que no somos asesinos.