Chicos con aroma a MUERTE©[Saga D E A D #0]

{17) La LOCA verdad

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Baje de la habitación preguntándome desde cuando Gross sabía mi nombre real y:

¿Por qué aun no me habían matado?

Habia follado con Gross Williams y él dijo mi nombre, mi nombre real mientras gemia.

Sentí miedo de estar cayendo en otra de sus trampas y encrucijadas pero tras comprobar que estaba desmayado, que no despertaba entendí que mis planes habían salido a la perfección.

Si, es hora de que les cuente el motivo de hacer esta fiesta.

Se los contare luego de algo que debo hacer ahora mismo.

Me acerco a la barra y Nick me sonríe pícaramente.

—Lo has hecho con Gross.

—Sí y me duele desde la cabeza hasta las piernas.—respondí. No es mentira. Realmente ese chico dejaba a la más híper activa agotada.

—Eso es buena señal. ¿Son ciertos los rumores de que es una bestia? ¿Tiene o no el puesto de follador #1?

—Déjame contarte, amigo mío, los rumores se quedan cortos.—Le susurre con una sonrisa boba plantada en mi rostro.

—No te me enamores.—dijo Nick riendo.

—Obvio no.—dije. Claro, ja.
Obvioooo que no.

—Toma.—Nick me pasó dos copas.—Esta es la tuya.—dijo señalando la copa que estaba a mi derecha.—Esta es la de él.—dijo señalando la izquierda.

Tome la mía con la derecha y la de él con la izquierda. Me aleje de la barra y visualice a mi víctima sentado, rodeado de chicas que intentaban seducirlo y él solo las miraba con cara de asco.

Me acerque a él y saque a varias chicas del camino para sentarme a su lado.

—¿Dónde dejaste a tu novio?—preguntó Drug sin mirarme.

—¿Celoso?—pregunte.

—Para nada.—dijo mientras su mirada gris caía sobre mí.—Decepcionado, sin duda.

—Aun no te entiendo, Drug.—reconocí.—Unos días eres un asesino, otros me ignoras y otros te comportas como si yo fuese lo que más deseas.

—Todos son la misma persona.—dijo.—El asesino, el que te ignora y el que te desea. Son el mismo chico, solo que aun no lo captas.

—No lo capto porque eres demasiado inestable. Nunca se sabe como estaras, si en modo "hielo" o en modo "tengo celos de mi hermano".—dije.—Creo que tú y tu hermano solo intentan ganarse mutuamente y yo no soy ningún trofeo.

Hice como que me iba a levantar (obviamente no lo haría) y él me tomó del brazo.

—Quieras o no, eres una chica especial, diferente.—aseguró mirándome fijamente.—Tú eres la muerte.

Me quede boquiabierta.

¿Me decía que yo era… la muerte?

A este le patina el coco.

—Gross, Style y yo estamos unidos por una oscuridad que corre por nuestra sangre, es lo que muchos llaman la maldición Williams. Es una oscuridad que han tenido todos en nuestra familia, algo sangriento, un secreto, un pecado.—dijo.—Y tú, tú estás unida a nosotros por esa misma oscuridad. ¿No tienen sentido mis palabras?

No. Bueno un poco… no sé.

—Desde que llegaste al pueblo te hemos investigado porque tú no eres una chica común, desprendes un aura de peligro, de fiereza. Muy en tu interior eres como nosotros y lo sabes.—aseguró pasando su mano fría por mi rostro.—Una chica normal hubiese salido corriendo al verme cuando murió Kell. Una chica normal no hubiese enterrado tres cadáveres en su patio con música a todo volumen.