Chicos con aroma a MUERTE©[Saga D E A D #0]

{23) Dulce PECADO

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—¡A dormir!—gritó Style dándonos almohadazos a todos.

Nos habíamos pasado el día viendo pelis luego de aceptar quedarme con ellos. Aun no sabía exactamente qué significaba eso pero sentía algo raro, me sentía en casa.

Entre los besos acalorados con Gross, abrazar a Drug cada vez que se despistaba, reír con las bromas sexuales de Style y ponernos entre todos a hacer cálculos de cuanto le debía medir a Hate mientras este se ponía rojo como un tomate, se nos fue el día.

—Dormirás conmigo, ¿cierto?—preguntó Gross poniendo su brazo sobre mis hombros.

—¿No te estarás creyendo demasiado por una follada?—pregunte divertida.

—La mejor follada de mi vida.—susurro en mi oído mientras lo lamia lentamente.

—¡Basta, Gross!—dije temblando completita. Nunca me habían hecho eso y que lo hiciera él provoco disímiles efectos en mi cuerpo.

—¿Te excita?—preguntó con esa voz tan sensual que tenia.

—Si sigues así no llegare a la habitación.—dije mientras le dedicaba una mirada lujuriosa.

—Pues no lleguemos.—dijo y acto seguido me cargo y me estampo contra la pared en pleno pasillo del segundo piso.

—¡Gross!—exprese nerviosa.— ¡Tus herman…!—la palabra se murió en mi garganta antes de salir completa pues él unió sus labios a los míos en un beso cargado de lujuria y calentura.

Aferre mis piernas a su cintura y mis brazos a sus hombros mientras correspondía a aquel beso que me humedecía y no me refiero a los labios.

—Ah… Poison…—expresó Gross cortando el beso y apoyando su frente y la mía.

Él comenzó a dejar besos por todo mi cuello mientras yo temblaba y arañaba su espalda cubierta por un pullover negro.

Una de sus manos fue a parar a mis senos masajeándolos mientras la otra estaba apoyada en mi trasero. Este chico es tan caliente.

Volvimos a sumirnos en un beso y agarre la mano que yacía sobre mis senos y la lleve a mi entrepierna, ese lugar que lo necesitaba más que nunca.

—Mmm. Mojadita perversa.—susurro.

—Tú tampoco te quedas atrás.—dije acariciando su erección por encima del short que traía.

—Me vuelves loco.—susurro.

—Deprimente.—dijo una voz sexi pero seca y fría.

Adivinen. ¿Quién era?

Me quede mirando a Drug que yacía en la escalera mirándonos con frialdad y algo de decepción.

—Sí, hermano. Ya sabemos que es deprimente que no tengas con quien follar.—soltó Gross riendo y yo también me eche a reír.

Drug nos miró y se adentró en su habitación tras dar un gran portazo.

—Es un envidioso.—dijo Gross.—Todos mis hermanos quisieran poder tocarte, linda.

La idea de TODOS tocándome me paso por la mente y trate de eliminarla rápidamente. ¿En qué estoy pensando? Piensa en Gross, solo en Gross.

—Vamos a la habitación, A DORMIR.—aclare.

—¿Por qué?—emitió arrastrando la «e».—Estamos cachondos los dos.

—Habla por ti. La cara de tu hermano me cayó como un jarro de agua fría.—dije riendo, bajándome y caminando en dirección a la habitación.

—¡Drug, puto!—gritó Gross.