Capítulo XIII [Fuga]

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El tiempo es algo muy complicado de explicar, es difícil de entender, se  saber que este no espera nadien eso suena cruel quizás deberías tomar riesgos y disfrutar de la vida lo mas que se pueda.

— ¿Entonces X se deriva y pasa la es la raíz de U prima en fracción que consiste en la raíz del la fórmula elevada a seis? — te preguntaba Nino con confusión

— En pocas palabras, si lo ves de esa forma —le respondiste al momento de cerrar la libreta y tomar el lapiz para girarlo en tu mano.

— Si, yo tampoco le entiendo — Zenaida añadió a lo que Mario le dio un leve abrazo animándola de momento 

— Todo va a estar bien, ¿Cómo vas Sumi? — le preguntaba a la adolescente que tímidamente contesto con una sonrisa. 

— bueno Sumi ya sabes si tienes alguna duda o algo me dices, ¿si? — esta asintió 

— Oye, ¿y si nos escapamos? —te susurraba mientras los demás hablaban entre sí sobre esos temas — ohm no lo se.

— Ándale a mi me aburren mucho los estudios vámonos a distraernos un rato, despues regresamos para seguir estudiando —tomaba su bolso que estaba a lado de ella — rápido antes que nos descubran.

— tsk, si tu lo dices — le decias con frialdad.

Te tomo de los hombro, para caminar lentamente a la salida, mirando que nadien estuviera para reclamarles de su repentina retirada, por lo que lograron salir de ahi sin ningun tipo de problema.

— ¿Y por que a mi?

— ¿Qué tiene?

— Me refiero, ¿por que quieres salir conmigo, no con tus hermanas o otra de las amigas que hay ahí? — le preguntabas algo confundido, " Aunque es increíble como cabe tanta gente ahí adentro".

 — tsk, ¿no es obvio'?, es que eres el que menos me va a juzgar

— ¿Qué? — Lo meditaste un momento para simplemente darte cuenta de eso " Es cierto, yo no juzgo" te acordabas de esa frase que habías dicho.

— así que quiero ir a ver unas cosas al centro comercial

— vale te sigo entonces...

— Un trabajo es lo que voy a necesitar dejare el club de cocina e iré a buscar trabajo.

— ¿Trabajo? — "no se si es buena idea preguntar" analizaste con cautela.  — si quiero ayudar a Diego con los pagos de su casa — lógicamente esta frase que dijo no tenia mucho sentido para ti — aguanta, ¿que? — le preguntaste a Nino— ¿que? — ella pregunto de nuevo.

— ¿A te refieres a que quieres ayudar a Diego con sus problemas económicos? — cuestionabas a lo que esta se puso algo nerviosa — si bueno en parte es por que soy culpa de eso — "algo huele mal aquí" miraba a la chica — ¿trabajo de medio tiempo, verdad?

— si quizás de chef como hacia en Japón

— A vale entonces eso haremos a ver si en contáramos trabajo para ti

— gracias por acompañarme

Sin decir más toman la combi que los llevó directamente al centro de la cuidad, bajan y comienzan a caminar por el lugar a todo lograron encontrar una pastelería que era factible, se veía bien así que también solicitaste poder entrar a trabajar ahí.

Después de un viaje un tanto curioso, compramos pan y pizza para almorzar yendo a unas mesas que hay en un pequeño quiosco

— tengo la duda de por qué hay quioscos aquí con el estilo japonés — ella miraba los dichos quioscos que se suelen usar en los parques de Japón, mirándolo diste tu punto de vista 

— Yo creo que estos son originales. — Nino negaba con la cabeza

— Estos son quioscos estilo japonés 

— Curioso pero ¿Por qué?

Nino inflaba el pecho orgullosa — Jeje lo se, pero pensándolo bien no me has contado casi nada de tu vida ahora que lo vengo viendo

—Soy aburrido es todo, no tengo mucho que decir sobre mi.

— Nah, no lo creo dime ¿Tienes novia?

— Estoy seguro que no se diferenciar Quintillizas ni por que lleven acesorios pero creo que yo ya te lo había dicho con anterioridad, No he tenido pero quiero una eso si.

—¿Enserio? — intentaba recordar ese momento.

— Si, me acuerdo que te dije que nunca he tenido pareja.

— ohm, bueno no recordaba — se metía un leve coscorrón sacando la lengua de manera juguetona. — perdón por eso. — te limitaste a reír ante su acción.

— No te preocupes por ello, aunque si recuerdo algo y eso era que tenia una compañera que me gustaba en la secundaria. 

— ¿A si?

— Si, ¿Te cuento mi historia? — ella asintió y simplemente comenzante a narrarla.

Podemos remontar e tiempo al tercer año de secundaria, un año donde tenias  un sentimiento de cariño por una chica, su nombre era Melissa Yamileth Lozano Rentería, en ese momento había ido a dejarle una nota en su casillero, para esperarla afuera de la escuela y poder decirle lo que sentías.

— Estoy Nervioso —  te comentabas a ti mismo viendo el pequeño jardín de la escuela — Se que ella sabe lo que siento, espero no equivocarme—  

— Compadre para eso estoy aquí —  tu tan cercano amigo Pedro te motivaba —  se que serán cercanos.

—  Espero que pueda, ella seria mi primer novia.

—  Lo lograras mi camarada.

 Después de ello, tu amigo se alejo para dar aquel espacio que se requeriría para l declaración, ella llego al lugar donde la habías citado, se te quedo mirando bastante confundida sin entender que era lo que pasaba.

— ¿Tu fuiste el que me cito aquí por medio de esa carta?

—  Si, yo fui, Melisa quiero decirte que yo te amo. — te estabas acercando a ella de manera lenta y calmada ella tenia un rostro que le daba miedo — tus finas facciones me hacen sentir mariposas en el estomago, eres tan bella como la Luna a media noche.

 — ...

Sin miedo al exito, te dirigiste a ella que te miraba sorprendida, era de pensarse que esto era por simplemente por que el sentimiento era mutuo, arriesgandote por todo ello la besaste arduamente.

Fin del Capitulo XIII

Soy Uno Más Del MontónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora