25°

156 16 2
                                    

-Natasha-

Soltando suspiros sentada en la cama de mi habitación, golpeteando con mis dedos la prueba en mi mano derecha, limpiando mis lágrimas traicioneras que salen mientras observo al hombre del que me enamore caminando por la habitación sin siquiera mirarme, tomando todas sus pertenencias para meterlas en la maleta frente a mí, soltando palabras como cuchillos a mi pecho en sus susurros, metiendo sus ultimas cosas para cerrar su maleta con fuerza, tomándola para dejarla en el suelo mientras me observa desde la otra punta de la cama, tambaleándose en sus talones antes de acercarse para hincarse frente a mi, tomando mis manos para que nuestras miradas se conecten, poniendo su mano en mi mejilla para limpiar el rastro de lágrimas con sus pulgar, cerrando los ojos para disfrutar de este contacto que ambos sabemos que es una despedida.

No estoy listo para esto, lo siento Natasha pero no quiero quedarme aquí para ver cómo se arruinan todos los planes que teníamos. -susurro antes de alejar su mano de mi mejilla.

Sintiendo como deja un beso en mi frente para poder alejarse, soltando mis manos para hacerme abrir los ojos, mirando como se aleja con su maleta en sus manos sin mirar atrás, cerrando la puerta de la habitación tras de sí, dejando que se libere por fin un sollozo que desgarra mi garganta mientras me recuesto en la cama, sosteniendo la prueba contra mi pecho pensando que tal vez esto solo sea una pesadilla y que tal vez cuando despierte ese hombre amoroso del que me enamore esté a mi lado, rodeándome con sus brazos y diciéndome que todo estará bien aunque los dos sepamos que el miedo existirá.

Pero ese sueño en el que pensaba vivir termina cuando escucho la puerta principal de nuestro departamento cerrarse, dejándome con lo que le dará inicio a mi nueva etapa de mi vida sin el hombre que amaba a mi lado.

Prometo que yo no te abandonaré. -murmure con la voz temblorosa tocando mi vientre.

Cerrando poco a poco mis ojos hasta que todo se vuelve oscuro.

Abriéndolos de nuevo cuando el sonido de mi teléfono suena a mi lado, fijando mi vista en la ventana de mi habitación para notar el cielo nocturno, soltando un suspiro cuando mi teléfono vuelve a sonar en la mesita de noche, sentándome sobre la cama mientras paso las manos por mi rostro para despertarme mejor, tomando mi teléfono para ver todas las notificaciones de mi teléfono con mensajes de mis amigos y familia, apagando mi telefono sin ganas de tomar ninguna llamado o contestar algún mensaje.

Levantándome para dirigirme al baño de la habitación para poder tomar un baño y arreglarme para la fiesta, despojándome de mi ropa para meterme a la regadera dejando que la lluvia artificial relaje mis músculos, tardando lo necesario para salir del baño, tomando la ropa que tenía previamente preparada para esta noche, arreglándome con tiempo de sobra para salir de mi departamento, bajando hasta el estacionamiento para subirme a mi coche y marcharme a casa de mis padres para la fiesta en donde más seguro sere bombardeada por preguntas que no tengo ánimos de contestar.

Yelena ya te mande un mensaje de que voy en camino, no tardo tanto. -conteste frustrada la llamada entrante en un semáforo rojo sin mirar de quien era.

No soy Yelena. -dijo la voz en el auto haciendo que mirara el nombre.

Wanda perdóname, creí que eres Yelena llamando de nuevo. -me disculpe avergonzada.

No soy ella, sin embargo si quisiera saber por qué pregunto si estabas conmigo, te ha pasado algo Stark. -pregunto cuando el semáforo se puso en verde.

No quisiera hablar de eso ahora Wanda. -suspiré sintiendo mis ojos escocer de nuevo.

Está bien, solo quiero que sepas que estaré aquí si quieres hablar con alguien. - la escuche un poco distorsionada por el sonido a su alrededor.

Privilegiados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora