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-Wanda-

Terminó de abrochar los cinturones del nuevo pañal de la pequeña niña que juega con su zapato acostada tranquilamente sobre su manta, dándole un par de cosquillas en su vientre hinchado de bebe tras subir las mallas que le pusimos el día de hoy, tomándola en brazos para poder acomodar su vestido antes de bajar de la camioneta, colgándome de nuevo su pañalera en el brazo acercándome al bote de basura grande en donde deposito la basura.

Dando la vuelta para poder volver al avión y por fin poder irnos a nuestro lugar especial.

Pero que carajos. -fruncí el ceño caminando para poder mirar más de cerca.

Caminando a pasos lentos haciéndole la seña a Zaria de guardar silencio, mirando a la pequeña llevar sus manos a su boca mientras nos acercamos a donde está una camioneta reconocida estacionada, escondiéndome detrás de la pared de la caseta para poder escuchar lo que hablan el par de parejas mientras cargan el cuerpo de mi novia al vehículo.

Sacando un poco la cabeza para poder mirar un poco.

Ya está todo listo, si Wanda pregunta cuando está arriba del avión por donde esta Natasha, dicen que ella ya no volará con ella. -dijo mi rubia cuñada cerrando la puerta trasera.

¿Y si Natasha nos mata por cambiar sus planes?, no quiero tener el pie de Wanda en mi trasero si se molesta por ocultar esto. -se quejó mi mejor amiga fingiendo escalofríos.

Haciendo que soltara una baja risa negando por sus palabras.

Marie quieres estar en la propuesta de matrimonio de tu amiga o prefieres enterarte cuando vuelva de ese restaurante con un anillo. -preguntó Kate mirándola con una ceja alzada.

Sorprendiéndome ante sus palabras asomándome solo un poco más desde mi escondite.

Tiene razón, los nervios afuera y la valentía dentro. -sacudió sus manos asintiendo.

Así se habla Wagner, ahora haz tu parte del plan y nos vemos en unas horas en el destino ya establecido. -se despidió Yelena subiendo al asiento del copiloto.

Vamos Marie, no creo que Wanda tarde tanto en cambiar el pañal de Zaria. -tomo su mano Jean para regresar por su camino hacia el avión.

Zaria este viaje no es de negocios como pensaba, tu mamá me pedirá matrimonio en nuestro lugar especial, ahora entiendo por que si vino, mierda... estúpida que eres Wanda Maximoff Lehnsherr... Acabas de arruinar la sorpresa de nuevo. -me di una palmada mental.

Saliendo de donde estaba para hacer como que no había escuchado nada de lo anterior.

Nota mental: ¡No dejar que la curiosidad vuelva a matar al gato!

Wanda, ahí estás. -me saludo una nerviosa Marie cuando llegue a ellas.

Si, tuve algunas dificultades pero ya esta, ¿En donde esta Natasha?. -mire seria a la pareja.

Está arriba, dijo que tenía frío y subió al avión antes que nosotras. -contestó Jean tranquila.

Ella era mejor para ocultar sus nervios en este tipo de situaciones sorpresa.

Estúpida. -dijo la pequeña en mis brazos sonriente.

Haciendo que las tres la volteamos a ver con bastante sorpresa por su palabra nueva.

Que dijiste Zaria. -pregunto Marie intentando aguantar sus ganas de reír.

Estúpida, estúpida, ¡estúpida!. -gritó removiendose entre mis brazos.

No, no, Zaria no digas esa palabra, es mala. -tape su boca cuando la volverá a decir.

Estás en problemas Maximoff. -murmuró la castaña antes de soltar una carcajada.

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