𝐒𝐦𝐮𝐭𝐬/𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐨𝐧𝐠𝐬 (𝓐𝓲𝓭𝓪𝓷 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻) [+１６]

𝖲𝗆𝗎𝗍

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Aidan Gallagher
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Black Pill II

Advertencias: Continuación, consumo de sustancias nocivas, recelo hacia otra mujer, sentimiento de ser un objeto, término de una relación, lenguaje vulgar, confesión, sexo sin protección, uso del sexo para bajar el enojo.

Di una última calada a mi cigarro, sintiendo el sabor del tabaco en mi boca y el humo pasar mi garganta que al sentir aquí, exhalé dejando salir de la misma.

Tiré la colilla del cigarrillo y seguí caminando a casa, estaba más que molesta y no quería saber nada de nadie.

"-Te extrañé especialmente a ti. - Sus movimientos bajaron aún siendo constantes, suaves y delicados".

El recuerdo de la última vez que Aidan y yo estuvimos juntos invadió mi mente, y sólo pude suspirar con fuerza y dejar que la melancolía me abrazara.

Estaba triste, muy, muy triste. Sólo lo quería a él...pero a él ya lo tenía alguien más.

Entré a la casa, Aidan iba bajando las escaleras y al verme sonrió. Pero no, yo no tenía ganas ni de mirarlo así que sólo lo evité.

-T/n... - Me habló suave, deteniéndose a unos pasos de mí. Lo miré sin ánimos y por fin pude descifrar su mirada...aunque esta no me transmitía nada.

-Gallagher, no me vengas a hablar de esa mujer porque sabes que...

-¡Hola T/n! - Saludó animada y sonriente ella. La novia de Aidan.

Cerré los ojos unos segundos y sin decir nada seguí mi camino directa a mi habitación. Cerré la habitación lo más silenciosa que pude y miré por la ventana; afuera era pleno día lleno de sol y vida, había buena actividad, gente caminando, niños jugando y riendo, perros corriendo...todos disfrutando de sus vidas y yo aquí, sufriendo por mi roommate que me había puesto las folladas de mi vida.

Y entonces una idea llegó a mí.

¿Y si comenzaba mi vida lejos de él? Nada me ataba aquí. Es decir, él y yo no éramos otra cosa que compañeros de casa que cogían casualmente...no había motivos para seguir aquí y verlo ser feliz al lado de la mujer perfecta.

Sin preocuparme mucho por nada, me deshice de toda mi ropa disfrutando de la sensación del ligero fresco contra mi desnudez.

Me duché con agua helada para ayudar a despejar mi mente. Al salir sequé mi cabello con la secadora, al verme al espejo sonreí, pues amaba como lucía mi cabello ahora. Hace unos días decidí teñir mi cabello en un tono rojizo ni muy claro ni muy oscuro. Y viéndolo así, amaba como se me veía.

Terminé de secar mi cabello y me coloqué aquella bata negra de seda con la que había provocado a Aidan aquella vez que le di viagra. Por ligeros instantes pude sentir como su tibio tacto entraba en contacto con mi piel buscando dejarme desnuda.

Sin muchos ánimos me dirigí hasta mi cama, acomodándome boca abajo sin siquiera destender la susodicha. Cerré los ojos y simplemente me dejé llevar por mi cansancio emocional. Cayendo rápidamente en un sueño pesado.

-T/n...nena... - Habló aquella voz suave susurrándome. Me removí un poco en mi lugar e ignoré aquello. - T/n... - Abrí los ojos lentamente y suspiré con pesadez, moví mi cabeza al lado contrario encontrándome con Aidan, quien sentando en la cama intentaba levantarme.

-¿Las viagras? En el de siempre. - Respondí sin dejarlo hablar y volviendo a cerrar los ojos.

-¿Las qué...? No, no quiero eso. - Rio ligeramente. - Vamos nena, al menos mírame cuando te hablo. - Para evitar tanta pelea, sin moverme mucho, apoyé mi cabeza sobre mis manos y lo miré. - Gracias... T/n yo sé que estás molesta conmigo, pero no es lo que tú crees.