Capitulo 4 - Sueteres feos y chocolates.

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Los exámenes finales llegaron pronto, las calificaciones de Weiying a pesar de todo fueron excelentes, decoraron para navidad pero la casa se sentía demasiado sola sin su madre, aunque ella ni siquiera vivió ahí en esta ocasión antes podía visitarla en el hospital, decorar su habitación, poner un pequeño árbol y contarle todo lo que pasaba.

-    ¿A-Ying?

-    Si papá.

-    ¿Y si regresamos a Yiling para las fiestas?, podemos estar con tu abuela y tu tío – así quizás no nos sentiremos tan solos.

Weiying asintió, sabía que su padre quería buscar el aroma de su madre en su antigua casa, le dijo a Jiang Cheng esa tarde que se irían en dos días, el solía visitarlo casi diario y Yanli les llevaba comida todos los sábados, estaban sobre la cama en su habitación.

-    Entiendo – dijo con el ceño fruncido.

Weiying solo asintió, dejó que Jiang Cheng lo jalara entre sus piernas y lo abrazara de la cintura para ver la película, a veces hacía eso, Weiying no sabía si intentaba consolarlo o se consolaba a sí mismo.

-    ¿Me estás oliendo?

-    No – dijo con mirada inocente.

-    Mentiroso, si fuera omega tendrías que disculparte.

-    Pero no lo eres – dijo enterrando la nariz en su cabello – deja crecer tu cabello de nuevo, me gusta largo.

-    Esta bien – dijo Weiying un poco rojo – tú también.

No lo vio pero Jiang Cheng sonreía, hizo que Weiying se recargara en su pecho y el se acosto sobre las almohadas, no entendía a sus padres, no importa lo que pasara nadie más le gustaría, no como le gustaba Weiying, que importa si era alfa, beta u omega, Weiying era suyo y eso era lo único que importaba.

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Regresar a su antigua casa fue doloroso había demasiados recuerdos de su madre ahí, su padre se encerró todo el día en su antigua habitación mientras el salía con su tío Xingchen seguidos por Song Lan.

-    A-Lan camina con nosotros, no detrás, es raro – dijo Xingchen.

-    No es raro, vengo como su guardaespaldas.

-    No, tú vienes de compras con nosotros como nuestro amigo.

Song Lan levantó la ceja, como si un alfa y un omega pudieran ser amigos, aún así se acercó, no le gustaba estar cerca de Xingchen, aunque el omega usaba un parche en su cuello para ocultar su olor y el spray antiferomonas aún podía sentir el sutil aroma como a una noche nevada y lirios y su alfa se volvía un poco inestable.

-    A-Ying ¿como va la escuela? ¿Ya decidiste que estudiar? ¿Serás médico como yo?

-    No, creo que estudiare mercadotecnia o finanzas.

-    Suena bien así ayudarás a tu padre, uy mira donas – tomo al niño de la mano y lo llevó a la cafetería, sabía que no podía animarlo de verdad, pero una pequeña sonrisa también bastaba.

No lo logro, ni una sola mísera pequeña sonrisa, hasta ese día, dos días antes de navidad cuando ese hermoso chico de ojos violetas apareció en su puerta, Weiying no solo le sonrió si no que se abrazó a él.

Xingchen levantó la nariz un poco – es un alfa dominante ¿no?

Song Lan miro al chico con odio – Que, ¿te gusta?

-    Oh, no podría, es demasiado joven para mi, solo me parece interesante, ¿está oliendo a A-Ying?

-    Lo hace todo el tiempo

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