Capitulo 8

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Qué bien, un respiro de las clases. Me dirigia al baño a arreglar mi maquillaje o más bien ponerme solo brillo labial. Dejé mi mochila en los lavamanos junto a mi, mientras me veia en el espejo. Quería mi cepillo para acomodar mi cabello, al momento de abrir mi mochila me llevé una gran sorpresa, y no de las buenas.

—¿Qué carajo haces aquí?

—Sorpresa, sorpresa.

Ahora sé por que mi mochila pesaba más de lo usual.

—Responde.

—Tu casa es muy aburrida, ya te lo habia dicho, queria entretenerme y no hay nada más entretenido que una escuela y la vida de una adolescente ¿No lo crees? O prefieres que mate a tu familia, también sería muy entretenido, me hace falta ejercitarme.

—No.

—¿Con quién hablas?

Una de las puertas se abrió, dandome un susto tremendo. Voltee para ver quien era.

—Nadie, estoy loca.  —contesté.

Fue mi mejor respuesta.

Mia me miro de pies a cabeza, luego se acerco a lavarse las manos. Miraba fijamente el espejo mientras tarareaba.

—No creo que estes loca. —Mia se secó las manos y miro de reojo mi mochila. Demonios. —Aww, es adorable.  —mi cuerpo se tenso cuando la rubia se acerco al muñeco. —¿Es de colección?

—S-Si, algo asi.

—Farid y yo iremos a una casa escape ¿Vienes?

—¿Qué es...

Mia se sentó encima, en la barra entre los espacios que separaban los lavamanos.

—¿No me digas que nunca has ido a una? Son increibles. Tienes que resolver los acertijos para salir en un determinado tiempo.

—Suena entretenido.

—¿Entonces, nos acompañas?

—Si.

—Bien, dame tu número y te comparto la ubicación.

Obedecí a la rubia. Ella se levantó de un salto y salió del baño.

Por muy rara que me vea, revisé que en los demás baños no hubiera nadie, ahora si estamos solos, más vele ser precavida.

—Ya puedes hablar.

—Le agradé a la rubia.

—Si, eso parece, no te sientas especial a ella le gustan las cosas tétricas y espeluznantes.

—Si tú lo dices.

—Si vas a quedarte hay que poner reglas.

—¿Qué te parece si me sacas de tu mochila? Estoy cansado de estar aquí.

—Pues te aguantas, tu tuviste la maravillosa idea de venir. ¿Y el señor pelusa?

—Tranquila, lo escondí en un lugar en donde nadie lo encontrará.

—Dejame adivinar, el cuarto escondido del ático.

—¿Cómo demon...

—Era mi escondite cuando tenía diez años.

—Maldita.

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Heart Attack (Chucky x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora