El angel y un cafe

Parte 3

-¿Dijiste que te llamas Che? -pregunto Khun y volteo a ver a Kim y sin hacer ruido solo moviendo los labios preguntó - ¿Ángel?

Kim de forma casi imperceptible asintió con la cabeza. Khun abrió los ojos y jalo a Che para darle un abrazo.

Kinn y Porsche se quedaron intrigados con la conversación silenciosa que tuvieron esos dos pero no quieren comentar algo para no incomodar a Che.

La reacción de Khun fue porque su hermano menor le había contado de un joven que trabajaba en una cafetería y que siempre trataba de hacerlo sonreír y que sin saberlo lo ayudaba a salir de la oscuridad de su mundo, le habló de un ángel que llegó a su vida.

Los tres hermanos habían sufrido y tenido muchas pérdidas por la vida que tenían y cada uno lo manejaba a su forma. Kinn al inicio lo hacía con alcohol y con hombres al por mayor, pero en cuanto llegó Porsche eso cambió, él se volvió su ancla. Khun lo manejaba con lo excéntrico que era, y dejó de salir de casa desde hace mucho tiempo y Kim ...bueno Kim jamás lo demostraba, solo se encerraba en su mundo y nadie lo podía sacar de ahí hasta que conoció a su ángel que lo ayudaba a poder abrirse un poco y logrando que conviniera más con sus hermanos.

-Niño estás muy delgado- dijo Khun mientras seguía abrazando a Che- Me encargare de subirte de peso. ¿Porsche tu hermano ya se quedará a vivir con nosotros?

Ambos hermanos estaban a punto de contestar. Uno de ellos diría que se iría con Yok unos días y el otro diría que primero lo consultoría con su hermano pequeño. Pero cuando iban a hablar las puertas del comedor se abrieron y dieron paso al señor Kom, todos se levantaron en cuanto lo vieron e hicieron una inclinación.

-Te quedaras a vivir aquí Che y no está a discusión- Dijo el señor Korn y luego susurrando le dijo a su guardaespaldas- Diles a todos que vengan al comedor por favor.

El guardaespaldas asintió y se retiró del comedor.

-No quiero dar molestias, me puedo quedar con una amiga de mi hermano en lo que arreglamos la casa - comentó Che nervioso porque no sabía si su hermano estaría de acuerdo o no.

-Porsche- dijo Korn- Tu hermano se quedará a vivir aquí a partir de hoy ¿Estas de acuerdo?

-Claro señor, le agradezco mucho- dijo Porsche y volteo a ver a su hermano- Che no te dejare de nuevo. Estarás bien aquí. Estaremos bien ¿Te parece?

Che solo pudo asentir con la cabeza y empezó a pellizcar su pantalón como siempre lo hace cuando está nervioso.

Porsche se dio cuenta de eso y se acercó a él, lo sentó en una silla y lo tomó de la barbilla.

-Quiero que te quedes aquí conmigo si. Aunque los conocí por trabajo la gente de aquí también se volvió como mi familia y se que te cuidaran tanto como yo, ya me equivoque una vez al dejarte solo con ese monstruo no lo volveré a hacer. Y por favor no pienses que al quedarte serás una carga porque jamás, escúchame bien, jamás lo has sido. Yo acepté este trabajo por decisión propia y no me arrepiento- terminó de hablar y Che de inmediato lo abrazo.

La puerta se abrió y empezaron a entrar varias personas, la mayoría de ellas venían con traje y al final entró un muchacho como de 15 o 16 años con el uniforme del mismo colegio donde va Che.

-De acuerdo- empezó a decir el señor Korn- Ya que todos están aquí quiero hacer una presentación. A partir de ahora Che, el hermano menor de Porsche estará viviendo con nosotros, así que les pido a todos que lo cuiden y estén al pendiente de él. Che quiero presentarte a todos los de la casa de forma más oficial ¿de acuerdo?

Che asintió apenado ya que sabía que no tenía el mejor aspecto o vestimenta del mundo.

-Cómo me presenté ayer contigo. Soy Korn, dueño de esta casa y cabeza principal de la primera familia de la mafia. Mis tres hijos son Khun, Kinn y Kim- dijo Korn mientras señalaba a los mencionados con la cabeza.