Parte 9

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-Cuando quieras lo podemos repetir.

-Me encantaría Kim.

Se quedaron callados, cada uno perdido en sus pensamientos cuando Kim se levantó.

-¿Serías mi público?

-Claro, me encantaría escuchar al artista en acción.

Kim tomó una guitarra que estaba al costado del sillón, la afinó y empezó a tocar una ligera melodía. Che se daba cuenta como tarareaba una canción, pero lo hacía tan suave que no escuchaba qué letra era. Lo estuvo admirando hasta que dejó de tocar.

-Tocas increíble.

-Es una idea que tengo en la cabeza pero todavía no he podido aterrizarla, ni terminarla.

-Cuando la termines quiero ser el primero en escucharla por favor.

-Lo prometo.

-Gracias Kim.

Estuvieron un rato más platicando mientras veían un rato la televisión cuando Kim vio la hora que era y sabía que Che tenía que descansar.

-Vamos te llevaré a casa.

-Gracias Kim- dijo Che sonriendo.

Una vez que tomaron de nuevo sus cosas y salieron del pent-house, Kim le volvió a abrir la puerta del copiloto y salieron del estacionamiento.

-¿Puedo elegir la música de nuevo?

Kim no dijo nada pero le pasó su celular para que pudiera poner la música.

-Gracias, gracias, gracias- dijo Che como un niño pequeño.

El camino de regreso a casa fue silencioso pero amenizado con la música que iba poniendo Che. Y esta siguió torturando a Kim un poco con su música peculiar. Llegaron a la mansión y Kim bajó del auto y le abrió la puerta a Che.

-Listo Che.

-Avísame cuando llegues a casa Kim, por favor.

-Claro Che, gracias por la compañía el día de hoy.

-Gracias por la invitación, lo disfruté mucho.

-Luego quiero llevarte al estudio, ¿te parece bien?

-Me encantaría Kim, claro que sí.

-Descansa Che- dijo Kim, le dio un rápido beso en la mejilla y subió al automóvil.

-Descansa Kim.

Che vio como Kim salía de la mansión y se dirigió a su cuarto. Su hermano ya lo estaba esperando en su habitación, sentado en la cama con una ceja levantada y cruzado de brazos.

-¿Dónde estabas?- dijo Porsche de inmediato.

-Hola hermano, estoy bien gracias y ¿tu?

-Hablo en serio Che, ¿Dónde estabas?

-Fui con Kim a su departamento.

-¿Y porque no me avisaste?

-Lo siento, se me olvido.

-Siempre que salgas a algún lado avísame por favor. Me quedé preocupado.

-Lo siento hermano- dijo Che mientras lo abrazaba.- Prometo que a la siguiente te avisaré donde estoy.

-Por favor- dijo mientras le regresaba el abrazo.- Y dime hermanito ¿Qué hacías en casa de Kim?

-Solo fuimos a comer.

-¿Algo más que me quieras contar de tu relación con Kim?

-Nop.

-Te recuerdo que eres menor de edad.

El angel y un cafeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora