Terminó la grabación y Kim llevó a cenar a Che a un buffet de toda la comida chatarra que se le pudiera ocurrir.
-Woow, se ve delicioso todo esto.
-Sabía que te gustaría- dijo Kim sonriendo.
Comieron como nunca, mientras platicaban de miles de cosas, Che todavía no se acostumbraba de que de vez en cuanto alguien se acercaba a él a tomarse una foto con él y también noto que había gente que les tomaba fotos a escondidas.
-¿No te meterás en problemas si suben fotos conmigo? ¿Nick no te regañara?
-Ya han subido fotos de nosotros en redes Che.
-¿¡QUE?!
-¿No sabías?
-Claro que no. Lo siento- dijo Che muy apenado.
Kim lo tomó de la mano y le dio un leve apretón.
-No me molesta. Hay fotos que son muy buenas.
-¿Las tienes?
-He guardado todas.
-Bobo- dijo Che en voz baja y se levantó rápidamente de la mesa para poder servirse algo más.
Cuando terminaron de comer Kim se dirigió a la mansión para poder dejar a Che.
-Prometo que esto se repetirá varias veces- dijo Kim mientras los dos bajaban de la motocicleta.
-Acepto esa promesa- dijo Che sonriendo.- ¿Te quedaras?
-No creo, mañana tengo que llegar temprano, pero cuando sea noche de cine me quedaré a dormir.
-De acuerdo.
-Descansa Che- dijo Kim mientras le daba un beso en la mejilla.- Mañana te veo en la cafetería.
-Descansa Kim. Avísame por favor en cuanto llegues a casa.
-Sabes que siempre llego.
-Lo sé, pero me gusta saberlo.
Kim sonrió de lado y arrancó de nuevo la motocicleta para poder llegar a casa. Che entró a la mansión con una sonrisa de oreja a oreja.
Esto se repitió varias veces, cuando a Che le tocaba abrir en la cafetería o cuando era su descanso Kim se lo llevaba ya sea a su estudio o su departamento para pasar el tiempo con él.
Poco a poco Kim empezó a ser más cariñoso y más afectuoso con Che y él hacía lo mismo con Kim.
Un día estando en la casa de Kim, Che estaba en la mesa del comedor terminado sus deberes sentado con las dos piernas arriba de la silla y con un audífono escuchando música para poder encontrar una nueva canción para molestar a Kim en el transcurso del coche. Kim se le quedó viendo desde la distancia y vio cómo se levantaba para poderse preparar un café, así que mientras se lo estaba preparando se acercó a él y lo tomó de la mano para hacer que se sentara en sus piernas.
-¿Terminaste tus deberes adelantados ñoño?
-Si- dijo Che mientras le sacaba la lengua.
-¿Y ahora qué haces?
-Dibujando.
-Un día regálame uno de los dibujos que has hecho de mi.
-No se de que hablas.
-Se perfectamente que me dibujas. Regálame uno. Lo quiero colgar en mi oficina, esta muy simple quiero que algo le de color.
-Yo no te dibujo, pero con gusto te regalare uno.

ESTÁS LEYENDO
El angel y un cafe
AcciónUna historia de Kim y Che con drama, tristeza pero mucho amor. Espero les guste es la primera historia que escribo. Espero y ruego a los dioses poder publicar un capitulo a la semana.