Parte 10

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-Tienes que dormir más y eso no está a discusión.

El médico le explicó cómo quedaría de nuevo sus medicamentos y le entregó la receta.

-Sal unos minutos Che por favor- dijo Porsche.

-Pero...

-Solo serán unos minutos por favor.

-De acuerdo. Gracias doctor- dijo Che e hizo una inclinación.

-Recuerda que si tienes algún día un malestar márcame por favor.

-Gracias doc- dijo Che y salió del consultorio.

-¿Cómo sigue de la depresión y ansiedad?- preguntó de inmediato Porsche.

-Todavía está presente, pero lo tiene bajo control, estará bien.

-Gracias doctor.

-Recuerda seguir pendiente de que hable de sus emociones y cualquier cambio que te llegue a alarmar no dudes en marcarme. Y si es importante hacer que duerma más tiempo.

-Tratare doctor, muchas gracias.

Porsche salió del consultorio y vio de nuevo como Che estaba solo sentado en la sala de espera.

-¿Fue por los medicamentos verdad?- preguntó Porsche.

Che asintió con la cabeza.

-¿Te dijo algo más el doctor?- pregunto Che.

-Que tengo que seguir cuidando a mi hermano pequeño.

-Torpe- Che se levantó y fue a abrazar a su hermano.

-Listo Che, ya están los medicamentos aquí y las alarmas programadas de nuevo- dijo Kinn.

-Sabes que no es necesario.

-Lo sé, pero lo quiero hacer.

-Gracias Kinn- dijo Che y le dio un rápido abrazo.

Los tres salieron de la clínica y Porsche vio su reloj.

-¿Trabajaras hoy?

-Sip.

-¿Te quieres llevar la moto?

-¿En serio puedo?

-Hoy no saldrás tan tarde, te haría bien un poco de distracción.

-Sí me encantaría.

Porsche le entregó el casco y las llaves de la moto.

-Quedas advertido que me debes de avisar en cuanto llegues a la cafetería y cuando vayas a salir para poderte esperar.

-Si, promesa.

-Ya vete para que no llegues tarde.

-Gracias hermano- dijo Che mientras abrazaba a Porsche y a Kinn, se puso el casco y se subió a la moto.

-Con cuidado.

Arrancó la moto y salió hacia la cafetería, llegó un poco más temprano de lo normal, así que fue a estacionar la moto donde siempre dejaba la suya, bajó y entró a la cafetería.

-Llegaste antes Che- dijo Jeen desde la barra.

-Vine en moto, así que no calcule bien el tiempo jejeje. Iré a fumar rápido y entraré a ayudarte.

-Con calma Che. Sabes que a esta hora es tranquilo. Además no debes fumar.

-Solo será uno. Ahorita regreso.

Che entró rápido para poder dejar el casco y su mochila en la trastienda y salió. Se recargó en la pared mientras sacaba su cajetilla y encendía un cigarrillo, estaba perdido en sus pensamientos cuando oyó una voz detrás de él.

El angel y un cafeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora