Parte 20

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Che se levantó con un ligero dolor de cabeza y cuando volteo se dio cuenta que estaba en su cuarto acostado en el pecho de Kim.

-Carajo- dijo el niño en voz baja.

-Como no te imaginas- le respondió Kim sin abrir los ojos.

-Dioses, dime que no hice ninguna tontería- dijo levantándose de inmediato.

-Fuiste la persona ebria mas tierna que conozco.

-¿Qué hice?- dijo Che mientras escondía su rostro debajo de la almohada.

-No hiciste nada malo Che.

-¿Me lo prometes?

-Promesa.

-Lo siento- dijo el niño apenado sin querer levantar el rostro de su almohada.

-¿Por qué ángel?

-Por cualquier cosa que haya dicho o hecho indebida, se que dormiste conmigo porque me puse de berrinchudo y...

Kim lo tomó de las mejillas e hizo que levantara su rostro del cojín.

-Cuando duermo contigo son las noches que más descanso.

-Yo también, pero estaba borracho... y yo... lo siento.

-Dormiría contigo aunque estuvieras borracho siempre.

-Gracias- dijo mientras le daba un rápido beso en la mejilla.

-Me iré a mi departamento, ¿quieres venir?

-Quiero ir al templo, no pude ir por mi cumpleaños a dejar mis ofrendas así que iré hoy con mi hermano.

-Si acabas pronto, escríbeme para poder ir a comer algo.

-Acepto.

Kim se levantó de la cama, le dio un rápido beso a Che en los labios y salió para poder ir a su casa.

El niño se vistió rápido y fue a buscar a su hermano por toda la casa hasta que lo encontró.

-Quiero ir al templo- dijo Che.

-Es sábado Che, podemos ir después.

-Andaaaa vamooooooossssss- empezó a decir Che mientras jalaba el brazo de su hermano. -No he ido, andaaaaa.

-¿Por qué quieres ir?

-Para dejar las ofrendas de mi cumpleaños. Vamos. ¿Siiiii?

-Vamos- dijo Porsche con un suspiro de derrota.

-Gracias hermano.

-Que los acompañe Big para que no vayan solos- dijo Korn en cuanto los escuchó hablar.

Che se dio cuenta que de un tiempo para acá el señor Korn no deja que nadie salga solo de la casa, siempre tienen que ir dos personas.

-No es necesario señor- dijo Porsche de inmediato.

-Si lo es Porsche, hazlo por favor- dijo Kinn entrando al comedor.

-De acuerdo. Me iré a arreglar Che, busca a Big para decirle por favor.

-Claro- dijo el niño y fue a buscar al mencionado.

No se tardó mucho en encontrarlo, le pidió que los acompañara al templo y este aceptó de inmediato, así que Che se fue a cambiar, preparó con Linda las ofrendas y salieron camino al templo.


-Camina Porsche, muévete Big- decía Che mientras jalaba a Big y Porsche para poder llegar al templo.

El angel y un cafeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora