Ya esperaron los 3 a que el más pequeño saliera del trabajo. Fueron a cenar y platicaron todo el rato de cosas tan comunes que entre ellos eran temas raros de tocar, siempre era trabajo, técnicas o demás cosas, pero esta vez fue diferente hablaron de sus disfraces de Halloween cuando eran niños, de cuando Porsche perdió a Che en el centro comercial por ir a hablar con una chica que le gustaba, de como Kim rayo todos los cuadernos de la escuela de Kinn porque no tenía donde poder estrenar sus nuevas plumas o de como Khun asustó a su papá una vez que fue noche de películas de miedo y desde esa vez ya no deja que se disfrace en casa.
Terminaron de cenar y decidieron irse todos a la mansión, se despidieron en la entrada y así cada uno se fue a su cuarto para poder descansar. Che se metió a darse un baño y poderse poner la pijama, estaba cepillando su pelo cuando escucho como tocaban la puerta de su cuarto.
-Che ¿Puedo pasar?
-Claro Porsche- el hermano mayor entró al cuarto del pequeño ya igual con su pijama puesta.
-¿Qué pasa hermano?
-Tu y yo tenemos que hablar de algunas cosas importantes.
Che se sorprendió así que dejó lo que estaba haciendo y se sentó en la cama para poder escuchar lo que le diría su hermano. Porsche se acercó a él y se sentó.
-Te escucho hermano.
-¿Por qué no me dijiste que te sentiste mal?
-No sé de qué estás hablando hermano- dijo Che rápidamente.
-Finge demencia hermanito. Dime que paso.
-¿Cómo lo supiste?- preguntó Che mientras soltaba un suspiro de derrota y recargaba su cabeza en el cojín que tenía entre las piernas.
-Cuando llegue y no te encontré casi me da un infarto y Kim fue el que nos dijo lo que pasó. ¿Por qué no me marcaste?
-No me gusta molestarte cuando estás en misión, no quiero que nada te distraiga para que regreses sano y salvo.
-No todas las misiones son peligrosas hermano.
-Lo sé pero prefiero no exponerte a ninguna distracción.
-Tu nunca serás una distracción.
-Entiendo, pero no te marcare cuando salgas hermano, prefiero esperar a que tú lo hagas.
-Sabes que a veces acabo muy tarde y no te mandaría mensaje en la madrugada.
-Si te contestaría si lo hicieras.
-Lo sé, por eso no lo hago.
-Ush.
-A la próxima aunque sea escríbeme hermano por favor.
-Tratare.
-Nada de tratare, lo harás Che. Prométemelo.
Che se quedó callado porque no quería darle más preocupaciones a su hermano.
-Che prométemelo- dijo Porsche mientras lo tomaba de las manos.
-Promesa.
-Y dime hermanito ¿Cómo acabaste en la cama con Kim?
-Este...
-Te escucho hermanito.
-Me está dando mucho sueño, que tengas una linda noche hermano- dijo Che y rápidamente soltó las manos de su hermano y se tapó completa con las cobijas.
-Ni creas que ese truco funcionara conmigo Che- dijo mientras le quitaba las cobijas de la cabeza.
-No fue nada, solamente en cuanto llegamos no quiso que me durmiera solo, me dio la pastilla para dormir así que empezamos a ver una película y me quedé dormido.
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El angel y un cafe
AcciónUna historia de Kim y Che con drama, tristeza pero mucho amor. Espero les guste es la primera historia que escribo. Espero y ruego a los dioses poder publicar un capitulo a la semana.