Sira:
¿Cómo se atreve a decir que soy exagerada?
Yo soy la persona menos exagerada del mundo.
-¿En que piensas?
-En nada-en que quiero estrangular te para que te retractes.
-Roose-le llama dando la vuelta a su cuerpo para ver a la pequeña en la parte trasera-¿Que te parece si al llegar jugamos escondidas? Esta vez mamá es la que cuenta, ¿de acuerdo?
-¡Si!-grita quitándose los audífonos y moviendo sus manos.
-¿Así vamos a jugar?-le susurro mirándola de reojo.
-¿No quiere contar, detective?
Odio lo sexy que se escucha, hasta me siento enferma por pensarlo.
-A mamá le gusta contar-digo con sarcasmo para las dos.
Sin embargo, por la expresión de Lizzie y Roose, ninguna lo ha notado.
Roose porque es demasiado pequeña.
Lizzie porque es como una niña más.
«Que enferma estoy»
Debo dejar todos esos pensamientos a un lado, en especial cuando se tratan de comparar mi edad con la de ella.
Ni siquiera sé si esto es correcto.
¿Por qué sigo?
-¿Quién tiene hambre?-pregunto para dejar de darle tanta importancia a lo que pienso.
-¡Yo!-las dos exclaman para mí.
Volteo hacia mi lado, el asiento está vacío.
Mis ojos la miran por el retrovisor, ¿en que momento se cambió de asiento?
-¿Que haces?
-Paso tiempo con Roose.
Empiezo a entender porque me gusta.
Dean en cambio le daría dinero para que no lo moleste con cosas tan "banales" como dice él.
Suspiro y paro en una de esas sucursales donde venden comida chatarra que tanto le gustan a Roose.
Odio decirlo, pero quizá a la que le gustan es a mi y no a Roose.
-De acuerdo, Roose-me inclinó para estar casi a su nivel-¿Pollo frito o burritos de carne?
-Burritos.
-Buena elección-pongo mi palma frente a ella para que la choque con la suya.
-Esperen, ¿de que me perdí?-Lizzie nos mira confundida.
-¿Pollo frito o burritos con carne?-le pregunta Roose.
-¿Pollo frito?-Roose me mira negando para después mirarla y hacer su pulgar abajo.
-Mala elección-se va indignada por esa preferencia.
-Pero...
-Mala elección, Lizzie-hago pulgar abajo y sigo a Roose hasta donde venden los burritos.
Lizzie solo se queda aún tratando de captar lo que ha pasado.
A veces es divertido ver su cara, otras suele no serlo porque es demasiado impaciente, y un poco torpe.
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Dejo a Roose en su nueva habitación, después de haberse quedado dormida después de charla y burritos con carne, y le doy un beso en la frente para terminar de arropar la.
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Cartas A La Edad © | [Completa]
Novela JuvenilHabía dejado de enviarle cartas a la edad cuando dejó de existir, cuando deje de amarla, cuando ya no importó lo suficiente. Deje de escribir cuando mis manos dejaron de tener esa capacidad, cuando ya no respondió. Guarde sus cartas. Guarde cada rec...